2do pedazo

1 2 0
                                    

—Me parece que le falta un poco de concentración, capitana. —miro por encima de mi hombro a la persona que ha dicho eso sin dejar de apuntar e instantáneamente una sonrisa cuelga de mis labios.

—¿Usted cree, teniente Jeon?

Él se acerca y yo decido mantener mi compostura, no me puedo ir por las bragas solo con un par de palabras. De verdad que no.

—Entiendo que en estos días sea un poco difícil mantener la cabeza fría... —su voz se escucha más cerca de mi oído esta vez, yo sin embargo no me permito mirarle, pero no pudo contener mi sonrisa, así que me veo en la obligación de bajar la cabeza y negar divertida.— ¿me permite ayudarle, capitana? —y entonces su voz corre a mi otro oído, puedo sentir su respiración caer en mi hombro y la presencia de su fornido cuerpo a mis espaldas.

Me he puesto nerviosa, y miento si digo que no me encanta.

—Proceda.

El teniente Jeon JungKook suelta una sonrisa también, y pude sentirla rozar con la piel de cuello. Su mano baja por mi brazo muy delicadamente, y mi corazón golpea fuerte contra mi pecho, estoy quieta, como si tuviera miedo de dar un mal paso, así que simplemente me dejo llevar. Su mano encuentra la mía y me hace levantar el brazo nuevamente, lo coloca recto, apuntando directamente al pecho de aquella figura en el papel a unos cuantos metros de nosotros.

—Relaja el cuerpo... puedes respirar muy lentamente... —y lo hago, aunque su voz baja justo detrás de mi oreja no hace más que erizar mi piel y hacerme temblar las piernas. Procuro calmar mis sensaciones raras y concentrarme en lo que interesa.— bien, mantén la calma... —¿cómo se supone que haré eso? su mano libre se posa en mi cadera y ahora le siento la respiración mucho más cerca de mi cuello.— ¿estás apuntando correctamente?

—Sí. —respondo por inercia, y era cierto.

De algún lugar había sacado la precisión necesaria para no temblar tanto la mano a pesar de que está jugando conmigo de una manera muy provocadora, su mano está acariciando mi vientre ahora por encima de mi camiseta, y su aliento está tocando mi cuello, casi puedo percibir sus labios sobre este.

—Entonces a la cuenta de tres disparas... uno... —yo misma me encargo de mantener firme mi brazo, mis ojos no se fijan en otra cosa que no sea en apuntar hacia el frente.— dos... —JungKook sigue paseando sus labios por mi cuello buscando desconcentrarme pero logro mantenerlo.— tres.

El disparo se escucha en todo el lugar, y ya puedo respirar en paz. Me retiro las gafas esperando a que la máquina traiga hacia nosotros la muestra, ambos nos quedamos mirando como se acerca.

—Uh... —JungKook expresa. Yo sonrío quitándome los guantes.— capitana Lee, creo que debería tener más cuidado a partir de hoy.

La bala había dado exactamente en el lado izquierdo del pecho de la figura, justo en lo que debería ser el corazón.

Río divertida girando en mi lugar para quedar frente a él, aún me sonríe, se ve dolorosamente guapo.

Y lo haré todo mío.

—Aunque creo que ya disparé con esta misma buena puntería antes. —con mis dedos formando algo parecido a una pistola señalo el lado izquierdo de su pecho.— justo aquí.

—Si fue del tipo de bala que te vuelve loco por la persona que te dispara... —río caminando hacia atrás ya que él me lo exige, mi espalda toca el frío metal del cubículo y sus manos me envuelven la cintura apretándome contra él.— entonces sí.

Suspiro, subiendo mis manos para sostener su rostro mientras lo observó detenidamente. De verdad me gustaba, mucho, nunca antes nadie me había gustado tanto. Amaba su sonrisa, sus ojos, sus cejas, su todo. Este hombre me encantaba tanto al punto de sentirme bajo el efecto de un hechizo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 19 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pedazos De Cosas Que EscriboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora