deux

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" Indiferencias y sorpresas "

Angéle's

Las semanas transcurrieron de manera normal, la misma rutina de siempre, solo que ahora tenía a una nueva niña linda por "educarle" y ver constantemente un rostro que para nada era agradable para cualquier francés.

Lunes a viernes, desde las 7 de la mañana se comenzaban las "asesorías" para las niñas de la ciudad.

Sherry siempre era la última en llegar, esto siempre era constante, y hoy no era la excepción.
Hoy me tocaba cerrar la puerta principal para poder dar las clases a los pequeñas, me espere unos minutos más para ver si llegaban el dichoso par, pero nunca llegó. Quise esperar más tiempo pero ya era ahora de que entrara, entonces di por hecho de cerrar la puerta.

Tuve que suplantar a una de las hermanas que le tocaba dar clases ese día; pasaron 2 horas, todo estaba muy tranquilo, hasta que se escuchó varios toques en la puerta.


— ¿Alguien de ustedes sabe si salió alguien al baño? — preguntó.

— No hermana Angéle, no ha cedido ningún permiso — dijo una niña, por lo cual me acerqué confundida a la puerta.

Al abrirla me pude encontrar a la pequeña Sherry junto con la hermana superiora.

— Pasa cariño, toma asiento. — habló la superiora a la niña. — Vino a dejarla su hermano, — ¡ah! tenía que ser ese sin vergüenza... — dijo que le fue imposible traer a su hermana a la hora correspondida, pero ya he hablado con el, sigue impartiendo las clases. — se retiró.


Y como así lo ordenó, seguí dando la clase.

Pasaron las horas y ya era momento de recoger a las pequeñas, los padres eran muy puntuales siempre, todo el tiempo llegaban a la hora acordada, a los 10 minutos de salida ya todos se habían ido a su casa, ¡Esos padres adoraban a sus hijos!

Pero por sorpresa, Sherry seguía aquí...

Nos encontrábamos sentadas en la entrada principal, le ofrecí un poco de pan para que no pasara demasiada hambre, ella era muy tranquila, le gustaba mucho hacer amigas, es buena chica.

Pasaron más de 30 minutos para que llegaran por ella, y ¡Oh sorpresa! quien más iba a ser, el mismo chico de siempre, el canoso desaliñado.

— ¡Una disculpa! El tráfico estaba atareado y...

— Sherry, se ve que te están esperando en el auto, sube rápido, voy a platicar de unas cosas con tu hermano, ¿te parece? — hable amablemente, ella solo me mostró su sonrisa tierna de lado a lado.

— ¡Adiós hermana Angéle! — salió corriendo a pasitos chiquitos hasta llegar al auto. El señor canoso dio al parecer una orden al chofer de su auto para que se fueran adelantando, lo cual eso hizo. El quiso comenzar la plática, yo no dejé que eso sucediera.

— Creo que usted ya está informado sobre cómo se lleva nuestro sistema aquí en la Catedral,  puede que ustedes se manden solos y cambien todo de todos a su disposición, pero a lo que me a mi me consta, no moveré mi horario para que usted llegue cuando se le plazca. Y si no está muy de acuerdo con mi comentario, habrá otras escuelas que lo aceptarán, porque tan solo mire, como están las personas en las calles — señalé a nuestro al rededor, era deplorable ver el como se estaba viviendo aquí en Francia.


crucified, norman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora