Capítulo 6 el amor de ave enjaulada

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23-24 de agosto de 1939

Los nervios me consumían. Habían tenido que viajar a Moscú con el ministro de relaciones Ribbentrop. Al parecer la importancia de este tratado era vital para el país la necesidad de comercio por materias primas era necesaria. No ayudaba que, aunque unión soviética había intentado amigarse antes, la ideología de nuestro gobierno se interpuso digamos, pero empeoro pues nuestros aliados no coincidían ni nuestras preferencias políticas. he de admitir que los necesitábamos aun que le dolía admitirlo.

Anteriormente se habían tenido algunas negociaciones de manera discreta no tan discreta. Enserio nos urgía este tratado. Había sido muy difícil convencerlos.

-es un gusto tenerlos aquí que tal les a parecido su estancia- pregunto algún funcionario soviético

- a muy grato gracias- la habilidad y la formalidad eran muy importantes para los negocios.

Hablamos amenamente, nos burlamos de Inglaterra todo iba de maravilla, aunque había notado que URSS no paraba de mirarme lo cual hacía que me pusiera muy nervioso. Cuando estábamos negociando URSS se acercó para susúrrale algo a Stalin.

- ¿¡Que comprometiste a Reich con la unión soviética!? – grito colérico Hitler cuando regresaron a Alemania.

Al parecer al verme no esperaban que un doncel fuera su country y justamente habían estado buscando a alguien que accediera casarse con URSS pues la perdida de sus 15 esposas que habían muerto dejándolo viudo con 15 hijos.

-bueno es que habíamos tenido una platica muy amena las negociaciones habían salido bien pero cuando nos preguntaron sobre el compromiso todo se puso te-tenso y co-con lo que nos costó conseguir este tratado, retractarnos de algunas de nuestras ideologías bu-bueno ellos querían la seguridad de no ser traicionados y de cierta forma estar más conectados con nosotros- Ribbentrop se moría de nervios no solo había comprometido a su country con la unión soviética sin el permiso de su jefe si no que el retractarse seria imposible. Sudo frio

Las implicaciones de una boda también eran algo inconvenientes implicaría que su propia representación viviera en Moscú.

-oh, pobre Reich cómo fue posible que te involucraran en esto y de esta forma-hitler temía por su pobre country. Vivir con esos rusos tan salvajes y brutos sería un gran reto ser su esposo o eso es lo que pensaba Hitler.

- ayudar a mi país lo considero un honor hitler aun si tengo que casarme con un ruso mi corazón siempre estará aquí – dijo solemne Reich. Realmente no le agradaba la idea de un matrimonio por compromiso, pero ya no se podía echar para atrás.

- siempre tan digna y fiel a la patria alemana – hitler siempre había tenido un claro favoritismo por Reich, tenían muchas cosas en común y siempre sabia como alagarlo.

Cuan la noticia del compromiso de la URSS y de Third Reich se supo los partidarios políticos sonreían burlones al doncel, a ver como ahora le hacia para influir en sus planes. Reich sentía que le llevaba el diablo.

Esos malditos, se creen que ya ganaron enviándome lejos pero no voy a dejar que se aprovechen de esto talvez viva allá, pero me asegurare de venir muy seguido para que no hundan todo mi trabajo.

El día de la boda se planeo que fuera en el palacio de kremlin, todos los ministros, magistrados, secretarios y subsecretarios fueron invitados a la boda claro no por voluntad mía ciertamente pero no podía hacer nada. Todos ellos se reían gozosamente de que no estuviera mas cerca de ellos y que me casara con un untermenschen soviético. En lo personal no me agradaban mucho los rusos pue eran enemigos de mi padre, pero mi país me necesitaba, pero también me sentía muy nervioso. El palacio era muy opulento, la decoración era muy bella, fue adornada con miles de rosas blancas a petición mía, el lugar era hermoso, pero me sentía muy nervioso.

A la hora de la ceremonia todos me esperaban, mi vestido blanco era entallado, que resaltaba mi pequeña figura. Al estar frente al altar me sentía pequeño mi futuro esposo medía 2 metros y yo solo mido 1.50, no solo era alto, era fornido como un enorme oso, algunas cicatrices marcaban su rostro, uno de sus ojos estaba tapado con un pache que llevaba el símbolo comunista el otro era de un gris claro como un glaciar de hielo frio. Me asustaba un poco, cuando me tomo de las manos lo hizo con una gentileza como si temiera romperme con su tacto, haciendo que mis miedos se disiparan.

La ceremonia termino y la fiesta empezó, con ello el baile de apertura, nos balanceábamos lentamente al compás de la orquesta que tocaba suavemente una melodía. Él era gentil conmigo, aunque parecía de duro exterior era muy dulce, me sentí afortunado. El alcohol era algo que sobraba todo el mudo empezó a emborracharse rápidamente mientras nosotros subíamos a nuestro cuarto.

al besarnos sentía que me derretiría en sus brazos, es gran hombre oso quería devórame, a través de su frio exterior emanaba un cliente deseo. Quería desbaratarme, lleno de ardiente pación. Sentía un poco de miedo, acostumbrado al amor tierno y dulce esto era algo nuevo aun que me asustara también lo deseaba era un sentimiento extraño que calentaba mis entrañas. Era rudo, pero veía que quería contenerse, tratarme con delicadeza para no lastimarme, talvez era consiente de mi cuerpo pequeño y menudo, pero quería que vaciará todo su deseo en mí.

-lléname, quiero que me consumas, puedo soportarlo – como si fueran palabras mágicas, pero en vez de príncipe se convirtió en una bestia llena de lujuria. Acostados sobre la cama me sostenía fuertemente con sus brazos apretando mi cuerpo, mordiéndome hasta llenarme de marcas, besándome con fiereza. Al mirar su ojo de hielo que parecía a punto de derretirse acaricie su curtido rostro. Él quería más lo sabía y yo también, lo mire con deseo, talvez no podía corresponder su ardiente pasión por falta de experiencia, pero quería que vertiera en mi todo su ardor pasional.

Cunado terminamos ambos nos miramos a los ojos había algo en él. Afuera nevaba, el frio era congelante pero aquí en nuestra alcoba todo era cálido, abrazados nos quedamos dormidos.

Talvez podamos ser felices todavía.

No sesi se abran dado cuenta, pero he puesto referencias en los títulos de las historiasde obras famosas de opera en el 4, 5 y en este. Si pueden adivinar cuales son póngalosen los comentarios, aunque pondré las referencias en el siguiente capitulo.

La Vida de Nazi CountryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora