Capitulo 2

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Sintió sus ojos abrirse...

Su conciencia regresó lentamente.

Aún desorientado, se desenrosco de su posición inicial para levantar la cabeza y observar su entorno.

Estaba en otro lugar, este no era su tanque.

Los chillidos parecían venir de todas partes.

Un chillido particularmente cerca de su oreja interrumpió sus pensamientos. En ese momento, su cerebro finalmente se puso al día con su entorno: Sus ojos recorrieron a lo largo y ancho del nuevo tanque. Reconoció algunas caras, pero entre las caras conocidas, la de su compañero no se veía por ningún lado. Su otro se había ido.

Parecía que respirar se había convertido en una tarea imposible, sus ojos ardían.

En cualquier otro momento se habría detenido a pensar en la nueva sensación, pero en estos momentos su visión se desvanecía por los bordes y su corazón latía de forma dolorosa, casi insoportable. Los terribles sonidos continuaban; no sabía si provenían de los demás o de su propia garganta.

Se sacudió, tratando desesperadamente de deshacerse de la desagradable sensación, pero por más que se agitaba y retorcía parecía no poder quitársela de encima, se estrelló contra la pared a su lado, la dolorosa punzada que le siguió fue suficiente para finalmente regresarlo a sus sentidos. Intentó que sus branquias absorbieran la mayor cantidad de oxígeno posible. Y logró que la sensación de opresión en su pecho se disipara un poco.

A medida que las cosas se calmaron, la tensión fue en aumento. Nadie sabía qué hacer.

Un ruido familiar resonó en el nuevo tanque. Copos, comenzaron a caer al interior del tanque.

Fue como si alguien presionara un interruptor, la tensión se disipó parcialmente y los terribles chillidos se detuvieron como si nada.

La rutina regresó a su curso habitual.

Los demás parecían haberse calmado, ¿No podían sentir que algo estaba terriblemente mal?.

No pudo obtener ningún copo, no tenía la motivación ni la energía para conseguirlos, aunque hubiera tenido la oportunidad de tener uno en su boca probablemente no hubiera sido capaz de tragarlo y ni hablar de masticarlo.

La pequeña chispa de esperanza de volver a ver a su compañero se desvanecía con cada minuto que pasaba

Se acurrucó sobre sí mismo e intentó dormir.

Hace frío, su cuerpo hormiguea anhelando la calidez de su compañero. Por más que lo intentara, sus ojos no dejaban de arder y su respiración no dejaba de entrecortarse.

Esa noche no logró dormir.

..................

Se hizo más fácil conforme pasaba el tiempo, pero la sensación de vacío persiste, Las únicas constantes son el tanque y las manos que siempre llegan y lo recogen cuidadosamente. Siempre.

....

Ahora puede distinguir la silueta detrás de las manos. Parecen ser manchas claras, las ondas del agua aun le impiden ver con claridad lo que se esconde detrás.

Eventualmente lo logra, comienza a superar a su antiguo compañero.

De nueva cuenta intenta vincularse con los demás, de llenar el vacío que dejó su pequeño gruñón. Lo logra con diferentes grados de éxito, o al menos eso quiere creer, en el fondo sabe que nada podrá llenar jamás el hueco que dejó su compañero.

cloud oceanWhere stories live. Discover now