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Ayanokouji pov
¿Cuánto tiempo llevábamos abrazándonos?
El momento en que abracé a Ichinose e intercambié calidez con ella se sintió como un momento pero también una eternidad.
Lentamente, los temblores de Ichinose disminuyeron y sentí que su vitalidad había regresado hasta cierto punto.
Como pensé que era suficiente para ella, intenté retirar los brazos. Sin embargo, me equivoqué.
Al darse cuenta de mi intención, Ichinose inmediatamente me abrazó con más fuerza.
Honami:"Por favor, quédate así un poco más... ¿Está bien?" Me rogó, mirándome a la cara con sus bonitos ojos azules.
Su mirada era completamente diferente a la de antes. Se veía más brillante y parecía decidida a conseguir algo que quería. .
Quizás no lo sabías, pero el poder de sus mejillas levemente sonrojadas y sus ojos húmedos fue mayor de lo que esperaba.
La mayoría de los hombres definitivamente estarían de acuerdo si Ichinose les pidiera que la abrazaran. Y yo no fui la excepción.
Dejé de tirar mi brazo hacia atrás y los puse alrededor de Ichinose nuevamente.
"Sí... Sólo un poco más."
Dicho esto, Ichinose y yo nos acurrucamos nuevamente. Después de un momento, la brillante sonrisa de Ichinose finalmente regresó.
La expresión habitual de Ichinose era bastante diferente a la de cuando vine aquí.
Por supuesto, ha pasado mucho tiempo desde que comencé a buscar a Ichinose. Ya le informé a Amikura que la había encontrado, pero no sería extraño que sus preocupados compañeros vinieran aquí.
Si fueran los compañeros de clase de Ichinose, engañarlos aún funcionaría debido a su naturaleza ingenua.
Dicho esto, si un alumno de otra clase nos encontrara aquí en esta situación, la historia sería diferente.
No era difícil imaginar que la situación sería aún más complicada y problemática si se tratara de mis compañeros de clase.
Honami:"Eres tan cálido, Ayanokouji-kun." Ichinose me susurró al oído, apoyando su cabeza en mi hombro. Su expresión era bastante relajada.
"Ni lo menciones... Gracias a Ichinose, quiero quedarme así para siempre." De repente escupo esas palabras vergonzosas.
El cuerpo de Ichinose también es cómodo y suave, calentándome desde el fondo de mi corazón. Parecía que estábamos compartiendo nuestra calidez unos con otros.
Honami:"Sí, pero..." Curiosamente, Ichinose cerró la boca antes de poder terminar la frase.
Sus palabras parecían atascadas en su garganta. Supuse que ese era su deseo que no podía hacerse realidad. Eso fue lo que me dijo Ichinose hace un tiempo.
