¡Corre!

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Mi hermana mayor y yo jugábamos tranquilamente en el patio delantero de la casa, bajo la sombra de un gran árbol que estaba junto a la acera

Yo tomaba a mi muñeca y servía un té imaginario en las tazas de ambas, nos reíamos al hacer voces muy chillonas para imaginar que eran las muñecas quienes mantenían una conversación

Solo puedo pensar lo agradable que se escucha su risa. Yo estaba de espaldas a la carrera y mi vista era baja, mirando siempre nuestro juego del té rosa, mi hermana me llamó por mi nombre, eso me pareció raro, siempre usaba diminutivos o apodos a no ser que me regañara

La escuché susurrar 'dame la mano y corre' no tuve tiempo de reaccionar. Para cuando intenté habla solo pude preguntar '¿Por qué corremos?' a lo que ella respondió 'corremos de un monstruo' yo sonreí por el juego tan divertido que se le había ocurrido

Ojalá esa vez ella hubiera podido correr del monstruo...

La lógica de una mente caótica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora