CUATRO

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La primera vez que conocí a Harry Potter me fue indiferente

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La primera vez que conocí a Harry Potter me fue indiferente. Lo había reconocido por lo que era: El niño que vivió. No lo delataba la cicatriz en su frente, en realidad era difícil de ver incluso si le ponías atención, lo cuál nadie hacía con los de primero. En realidad fue Ron quién lo delató. Fue en el momento en el que Harry se deslizó en el asiento vacío a su lado que el tren se enteró de quién estaba ahí. Por los libros que había leído y las pláticas que había escuchado a escondidas cuando la profesora McGonagall nos llevó por primera vez al callejón Diagon fue que me enteré de él. Sin embargo, para mí, sonaba más a un mito, un simple cuento para niños donde el elegido era enviado para librar a todos de la oscuridad.

Por lo que había escuchado aquella vez me había dado cuenta de que nadie sabía nada de Harry Potter, al menos no realmente, sabían que cuando era una bebé había vencido a Voldemort, sabían que había perdido a sus padres la misma noche en la que le habían hecho la cicatriz pero nadie sabía de su paradero o que había sido de él. El rumor de que ese mismo año él empezaría su educación era fuerte, incluso había escuchado en Flourish & Blotts, cuando mis padres estaban pagando mis nuevos libros, que probablemente el motivo por el que Harry Potter había desaparecido era porque era un Squib.

Y sin embargo ahí estaba, a bordo del Expreso en camino a Hogwarts.

Mi primer amigo en el mundo mágico había sido Neville, quién se había emocionado por saber que Harry estaba en el mismo tren que nosotros y quién había perdido toda concentración en buscar a su rana.

Sin embargo, no conocí a Harry sino hasta mitad de mi primer año.

Una vez sorteados, y en la comodidad de mi sala común, se me había advertido que no me acercara a los Slytherins, poseían una reputación peligrosa y más si se trataba de gente como yo. Lamentablemente Harry había sido seleccionado en Slytherin, y aunque me sentía profundamente intrigada por conocer su historia —por conocerlo a él— me había mantenido tan alejada como pude. Facilitó mucho el hecho de que él y Draco Malfoy se habían hecho amigos. Draco, de quién me enteré de lo que Sangre-Sucia significaba, sus primeras palabras hacía mi habían sido... de hecho no había dicho nada. Se había quedado con la mirada fija en mí, con el ceño fruncido profundamente, como si de repente una cucaracha le estuviera hablando y me dejó así por un largo tiempo mientras buscaba la rana de Neville. Draco me había parecido realmente desagradable, no solo su forma de hablar era como si un señor de costumbres anticuadas hubiera usurpado el cuerpo de un niño de 11 años, también estaba su complejo de superioridad y sus maneras groseras de tratar no solo a los mios si no a cualquiera que él sintiera que era inferior. Supongo que por eso se hizo tan amigo de Harry. Solo podía existir alguien mejor que Draco y ese era Harry.

Pero Harry, a pesar de ser una serpiente, era muy diferente a Draco. Harry había mantenido su amistad con Ron a pesar de todo, había hablado con Neville como si fueran viejos amigos y había detenido a sus compañeros de casa en más de una ocasión cuando estos se empeñaban en hacernos la vida miserable.

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⏰ Última actualización: Mar 17 ⏰

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𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 𝐑𝐮𝐧𝐬 𝐈𝐧 𝐍𝐨𝐭𝐫𝐞 𝐃𝐚𝐦𝐞 |DXHXH|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora