El francés había observado todo esta escena tan particular y realmente atractiva desde las sombras, incluso no pudo despegar la mirada del joven de rodillas quien rezaba de una forma desesperada como si hubiera asesinado alguna persona cuando solo fue un pequeño beso de su amigo el solo sonrió y se acercó poco a poco detrás del árbol.
- Psst, muchacho - se puso al costado del de ojos bicolor aún de rodillas levantó la mirada encontrando con el francés de hace un rato, Diego solo atino a sonreir de manera nerviosa asustado de que este extraño haya visto la escena y se lo contará a su madre. Andre se puso a la misma altura de Diego tomándolo del hombro - ¿Por qué rezas con tanta injuria?, mmh... - Diego no sabía que responder sus mejillas se habían calentado - Yo-yo señor... ¿Habla español? Realmente.... - una vez más el moreno lanzó su sonrisa nerviosa. - Solo un tonto responde a otra pregunta con una pregunta - dijo el francés sonriéndole de una manera peculiar, le tomo con cuidado de la muñeca que antes estaban sus palmas unidas para rezar, levantando de un tirón apegando al joven a su pecho.
- Silencio Diego.... yo vengo a curar todo de ti- Esa fe tan grotesca que tienes me enferma, niño - Diego no sabía que decir estaba en shock nunca había tenido que escuchar algo así, su fe excesiva siempre era llenada de elogios por su círculo pero sin embargo tenia un hombre completamente extraño y misterioso diciendo que le asqueaba está. Mientras era apegado al pecho del francés comenzó a ver humo saliendo del crucifijo que tenía de collar como si la piel del francés se quemara con la cercanía de este símbolo. Diego pensó absorto aún en los brazos de ese francés quien aún con el daño que el crucifijo le hacía seguía manteniendo a su lado al pequeño. Empujando a este de manera repentina - ¿Usted quien es?, con que derecho viene y me toca de esa manera - el francés sonriendo solo contesto en un tono desinteresado "no se", pero la cosa es que si sabía este no era un humano común y corriente si no que era un demonio más específico el demonio Balberith un demonio capaz de obligar a blasfemar y asesinar, había bajado a la tierra con un gran reto hacer que un fanático religioso blasfemara. Cuando vio a Diego entre la multitud de gente que ingresaba a la iglesia podía oler desde lejos el temor que tenía, las dudas y su ansiedad por ser el cordero perfecto de dios el era perfecto para su travesura no tomo en cuenta que presencia tal escena que vio hace unas horas. Sonrió de manera segura y extendió su mano al joven - Como dije hace un rato soy Gignac o puedes decirme Andre, oh ser de luz- quién se encontraba haciéndose pequeño en su sitio, Diego con algo de nervioso extendió la mano dándole otra vez sintiendo esta particular electricidad - Soy Lainez- Diego Lainez, supongo que puede decirme Diego o por mi apellido - oh este era un inicio de una historia algo desfavorable para el pequeño cordero de dios.
El francés estaba encantado con este particular humano, nunca se había encontrado con alguien así, después de inventar toda una historia de sus orígenes al menor se sentia mas confianza de parte de el, hablaron por cuarenta minutos para ser exactos el los conto Diego le conto cuan avanzado era su proceso para lograr ser padre, esto desagrado tanto y al mismo tiempo crecio su morbo por tal humano se imaginaba como se vería de una forma tan corrompido. Pronto la madre Lainez se puso enfrente de estos dos sonriéndole de una manera algo incomoda al francés el se presentó como el falso contador de la iglesia por lo que la señora tuvo un poco más confianza dándole la mano al mismo tiempo que jalaba del antebrazo al joven quitándolo del lado de Andre como si este tuviera algún tipo de enfermedad u un virus peligroso.
Se alejaron poco a poco dejando al francés en ese árbol, dejándolo hablándo solo de una manera descortés.
- ¿Mijo quien era ese señor? - pregunto mamá Lainez de manera que podía notar su desagrado y poca confianza al francés- Pues te acaba de decir que es el contador de la iglesia, seguro ayuda a sus finanzas al padre y las hermanas, ma- sonriendo de manera nerviosa el joven de ojos bicolor a su madre.
- Mmhh... No lo había visto nunca parece un extranjero - De hecho es un extranjero viene desde francia pero por alguna razón habla tan bien el español-
Q onda 😎 creían q nunca iba a aparecer una vez más yo renaciendo de la cenizas
5-1 contra el mazapán se los follaron los tigres 🙏🙏🙏
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Catedral podrida
Short StoryDiego Lainez Leyva era un joven excepcional por el amor tan divino que le tenía a su religión, el cristianismo era una adoración y talvez un temor para el propio joven, tenía tanto miedo de vivir en pecado o cometer alguno inconcientemente, sin sabe...