Capitulo 21

71 8 0
                                    

- Osman Bey fue el primero en hablar una vez que todos estuvieron ubicados alrededor de la mesa. -"Dime, Mikhail Kosses, ¿estás aquí para pedir los dedos de tus soldados?" El ambiente se volvió tenso y hostil de inmediato.

Mikhail Kosses respondió con calma:- "Por supuesto que no, Osman Bey. No quiero que nos llevemos mal solo porque unos soldados inútiles perdieron los dedos, además esos soldados no importan por lo que estoy aquí es que unos de tus alps, Boran me dijo que Rogatus se atrevió a atacarte.

" Su risa resonó por toda la tienda, agregando una capa de sarcasmo al aire ya cargado de tensión.

- Eso es correcto Kosses.- el rostro de Osman demostraba lo enojado que se encontraba por esa situación.

-El comportamiento violento de Rogatus altera el orden de toda Bithyna. Además, quiero que sepas que estoy de tu lado. - la afirmación de Kosses sólo demostraba que estaba comprometido con mantener la estabilidad y el orden en la región, así como en respaldar a Osman Bey en ese momento de crisis.

-"La sangre de Bithyna se ha derramado lo suficiente, Osman Bey, por eso quiero una paz eterna", declaró Kosses con firmeza, sus palabras resonando en la sala. Aunque su expresión parecía genuina, la experiencia nos enseñaba que en la guerra, la traición era moneda corriente. No podíamos confiar ciegamente en sus palabras, debíamos ser cautos y vigilantes.

-"¿Y qué propones, Kosses?" interrumpí, sin poder ocultar mi escepticismo. "Sabes que no podemos simplemente confiar en tus palabras. Necesitamos que nos demuestres con hechos esa paz eterna que dices desear." Las palabras de Kosses me parecían una total burla hacia nosotros, los turcomanos, que siempre hemos estado en batalla debido a los constantes ataques de los Bizantinos, liderados por Nikola, quien era amigo de Kosses. Decidí llamar la atención de todos para que reflexionaran sobre esta conexión.

Kosses se mantuvo impasible ante mi desafío, su mirada fría y calculadora. -"Malhun Hatun, entiendo tus dudas y preocupaciones", dijo con voz tranquila pero firme. "Pero te aseguro que mi deseo de paz es genuino. Estoy dispuesto a tomar medidas concretas para demostrarlo."

Sus palabras resonaron en la sala, pero yo seguía sin estar convencida. -"¿Qué medidas concretas estás dispuesto a tomar?" pregunté, sin apartar la mirada de él. -"Necesitamos garantías tangibles, no solo promesas vacías." La tensión en la sala era palpable mientras esperábamos la respuesta de Kosses.

Kosses tomó un momento para considerar su respuesta, consciente del peso de la situación.         -"Entiendo tu escepticismo, Malhun Hatun", comenzó, con un tono más serio. -"Para demostrar mi compromiso con la paz, propongo un tratado formal entre nuestras facciones. Este tratado establecerá límites claros y garantías de seguridad para ambas partes."

Sus palabras parecían razonables, pero aún así, había una chispa de desconfianza en mis ojos.- "Un tratado podría ser un buen comienzo", admití, aunque con cautela. - "Pero necesitaríamos discutir los detalles antes de llegar a un acuerdo. No podemos permitirnos ningún margen para malentendidos o traiciones."

Kosses asintió, reconociendo la validez de mi punto. -"Estoy de acuerdo en que la transparencia es clave", respondió. -"Estoy dispuesto a sentarme y negociar los términos con ustedes, con la esperanza de que podamos alcanzar una solución que beneficie a ambas partes y ponga fin a este conflicto interminable."

En ese momento, Bala Hatun, quien había estado escuchando en silencio, decidió intervenir. Con una mirada seria, agregó:- "Kosses, aunque tus palabras suenan prometedoras, no podemos olvidar el pasado. Las acciones hablan más que las palabras, y hemos visto demasiadas veces cómo se rompen los tratados y se traicionan las alianzas".

Malhun HatunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora