Eat.

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- ...

- Kyle, tienes que comer y lo sabes. - Sheila se sentó frente a su hijo y lo observó atentamente durante minutos, todos ya habían terminado de comer y Kyle seguía ahí. - Debes poner de tu parte.

- Sí madre...

La hora de la comida era eterna.

Desayuno, almuerzo y merienda. Todo resultaba una tortura para Kyle por más que intentará no sentir náuseas.

Movía la comida con su cuchara una y otra vez bajo la mirada de su madre, estaba tenso y sabía que en cualquier momento Sheila iba a regañarlo. Suspiró pesadamente y se llevó una cucharada a la boca, saboreó y tragó y repitió lo mismo con unas cuántas cucharadas más para después sentir como todo se venía abajo.

- ...N-Necesito ir al baño. - Habló casi apresuradamente mientras su respiración empezaba a ser muy forzada. - Mamá, d-debo...

- No Kyle, irás cuando hayas terminado de comer, ya te falta poco.

Kyle agachó su mirada, sentía como su estómago se revolvía y la comida se le regresaba.

Miró alrededor suyo, luego a su madre, respiró profundamente tratando de calmarse y su pierna empezó a temblar.

Se metió dos cucharadas más a la boca y masticó.

El plato estaba vacío.

Sin decir algo más se levantó y dejó el plato en el lavadero de la cocina para después dirigirse al baño.

- Asco... - Fue lo que dijo para escupir la comida que tenía en la boca y luego botarla al tacho de basura. - Mierda no me siento bien, mierda.

Abrió la llave y se mojó el rostro sintiendo más náuseas. Sin más salió del baño rápidamente y empezó a caminar.

- Kyle... - Sheila lo miró un poco con desesperación y tristeza. - ¿Otra vez?

- No me siento bien mamá, p-pero está bien. - Kyle se puso un poco pálido y empezó a sudar frío mientras caminaba de un lado a otro por toda la casa tratando de calmarse. - N-Necesito caminar, solo necesito caminar...no me fastidia tanto, ya mismo se me pasa.

Su cuerpo empezó a temblar, sentía sus piernas débiles y las sensaciones de las náuseas mezcladas con el mareo lo ponían peor. Sentía la mirada de su madre con preocupación junto a la de Ike siguiéndolo.

- Kyle, ¿No te sientes bien? - Preguntó Ike acercándose un poco a su hermano.

Kyle solo negó y siguió caminando.

Todo duró el máximo de casi dos horas.

Después de ese mal rato Kyle se calmó, jugó en su teléfono y hablaba con su madre normalmente.

Todo bien.

Kyle rió, jugó con su hermano un rato más. Conversó con Cris, Rebecca, Douglas y Stan.

Más con Stan.

Hasta que la tediosa hora de la merienda llegó.

Kyle lo odiaba.

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