Capítulo 6

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Los cuerpecitos blanco y negro se deslizaban suavemente entre las aguas, como si fueran pinceles acuáticos pintando trazos de gracia y elegancia en el lienzo líquido. Con cada movimiento, parecían crear un espectáculo hipnótico para los espectadores que los observaban con admiración desde el otro lado del cristal del acuario. Cada zambullida era un éxtasis visual, una exhibición de la vida marina en su forma más hermosa y armoniosa. Sin lugar a dudas, Lucas disfrutaba de aquella vista como si estuviera presenciando una obra de arte en movimiento.

El niño albino, seguía con la mirada cada movimiento de esos bellos animales. Sin darse cuenta, había empezado a seguirlos cuando se alejaban a otro lugar, dejando solos a los adultos que lo acompañaban. El entusiasmo y la curiosidad brillaban en sus ojos mientras se sumergía en el mundo acuático que se desplegaba frente a él.

—¡Vaya! ¡Pero qué criaturas más graciosas! —comentó la pelirroja con una sonrisa en la cara, contagiada por la alegría y el asombro de su hijo. —Parecen pequeños hombrecitos en esmoquín.

La comparación inesperada hizo estallar en risas al albino. La mujer a su lado tenía una manera única de ver las cosas y expresar sus pensamientos. Era como si tuviera la capacidad de encontrar magia y diversión en cada detalle de la vida. Norman no pudo evitar pensar que ella era especial, alguien con quien valía la pena compartir momentos de alegría y asombro.

—Oye... —dijo entre risas, aún con una sonrisa en su rostro—. Hablando de "Hombres en esmoquín", me hiciste recordar que Maddox organizará una fiesta de caridad. Parece que será un evento significativo. ¿Te gustaría ir juntos? Sería genial tener tu compañía junto a mí. Será una gala elegante... $2,500 por plato.

Emma quedó sorprendida por el precio mencionado. No podía creer que fuera tan costoso.

—¿CUÁNTO DIJISTE? ¿$2,500 POR PLATO? —exclamó Emma, incrédula. No podía evitar pensar en todas las cosas en las que podría invertir ese dinero, como dejar el hotel para siempre.

—¡Así es! $2,500 por plato. —Confirmó el albino.

—Espero que te regalen el plato. —Dicho eso se formó un silencio entre ambos... "¿Dijo algo mal?" "¿Qué tal si ya me atrapó?" Pensamientos como ese invaden la mente de Emma, hasta que... Una carcajada que había estado reprimida por varios minutos, demandaba con salir para que fuera escuchada.

El hombre ya no podía aguantar más... Una carcajada sonora salió y con ella pudo liberarse. Esto calmó a Emma y a sus pensamientos, para después unirse en una melódica risa.

—De verdad eres única... —Dijo recuperando el aliento.

—Norman... ¿Cuál es el motivo de eso? —Cuestionó curiosa.

—Bueno... Es para financiar el apoyo a la alfabetización en los barrios más bajos de la ciudad. Bayón siempre lo realiza cada año y la verdad... No es tan aburrido como parece. ¿Qué dices? ¿Aceptas mi invitación?

Emma recordó algo sobre Bayón Maddox y decidió cuestionar a Norman al respecto.
—Discúlpame pero... ¿Bayón Maddox no es quién contrato a ese paparazzi para tomarte fotos?

Norman se quedó un momento en silencio, sin saber cómo responder a esa pregunta tan directa.
—Eh... Sí, es cierto —admitió Norman con cierta incomodidad.

—Pues... Para ser honesta, no entiendo por qué irías a un evento organizado por alguien así. Digo... Parece que Maddox quiere aprovecharse de ti para intentar bajar tu reputación o hacerte quedar mal de alguna manera.

Norman solo se limitaba a suspirar.
—Pues... tengo que ir aunque no sea lo que realmente quiero.

—Si es así... ¿Por qué vas?

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⏰ Última actualización: Mar 18 ⏰

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