Sueño De Amor | Noremma

Capítulo 3

El viernes había culminado con una reñida partida de ajedrez misma en la que para sorpresa de Ray, el pequeño Lucas ganó.
Lamentaba profundamente no poder llevarse esa gran reserva, pero...
¿Qué se podía hacer?
Ya había quedado en algo con el pequeño niño.
Así que por esas fechas estaría cumpliendo lo que prometió y Lucas esperaría hasta ese entonces.

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El sábado llegó y tal como dijo la madre del niño, ambos se dirigían al hotel.

En el fondo, pese a que el día anterior se la había pasado de maravilla junto a su "tío", aún le dolía el hecho de no pasar el fin de semana junto a su papá.

Mientras tomaba una ducha, pensaba en todo lo que pudo ser.
Literalmente lo había planificado todo, cada pequeño detalle.
Tenía una gran lista de las cosas que quería hacer con él: desde ver esas nuevas cintas de Nixon en compañía del mayor, incluso hacer retos locos que se le ocurrieran.

Pero lastimosamente, no se podía hacer y tuvo que descartar todo por un trabajo "extra".

Él podría ser pequeño pero conocía a su papá a la perfección y sabía que no había ningún trabajo "extra".

Lo más probable es que su padre este pasando tiempo con su novia, quien la verdad no le caía mal, de hecho se le hacía alguien muy amable y hermosa.

Pero bueno... Así eran las cosas.

Regresando a su realidad, ahora se encontraba agarrado de la mano de su madre saliendo de su hogar camino al trabajo de ella.

Durante el trayecto, se toparon con un dúo muy peculiar.

-¿Puedes creerlo Olivia? La otra vez un hombre casado vino a comprarle ropa a su mujer y cuando ella se distrajo, el viejo verde me invitó a salir. -Comentó una mujer rubia de coleta. -Por supuesto rechace su oferta ¡Que perro!

-Ugh, no jaja... Hombres... Te das la vuelta y ya te están poniendo el cuerno. -Alegó una morena de coleta. -Mira por allá Michelle. -Señaló y su contraria le hizo caso.

-Olivia, Michelle... Buenos días. -Saludó cortésmente la pelirroja.

¿Olivia y Michelle? ¡Ah claro! Eran amigas de su madre. Hacía tiempo que no las veía, esa par era muy gracioso.

-Ah pero miren quién está aquí, mi hermosa pelirroja. -Dijo Olivia. -A los tiempos mi bella dama ¿Cómo se encuentra? -Preguntó mientras la otra mujer de nombre Michelle arqueaba una ceja.

-Gracias por tu pregunta Olivia, me encuentro bien. -Respondió la pelirroja. -De verdad lo lamento muchachas pero tengo prisa. Despídete de las señoritas, querido. -Ordenó y el niño realizó dicha orden.

-Adiós Emma, deberíamos tomarnos un café algún día. -Sugirió Michelle.

-Y así será, nos vemos. -Después de eso Emma se adentró por la puerta del servicio junto a su pequeño.

Por otro lado el par estaba teniendo cierta conversación.

-Así que "Mi hermosa pelirroja" y "Mi bella dama" ¿Huh?

-Ay Mich, tú sabes perfectamente que eres la única. No te pongas así ¿Está bien?

-Mmm... Bien, supongo que he de creerte. Pero primero dime algo lindo.

-Jajaja tú no cambias ¡Por eso te adoro!

Por otra parte Emma y Lucas habían llegado al lugar donde otra pelirroja un poco más joven reparaba ciertas prendas.