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El sábado llegó, y con él, otro día de festival en el Instituto. Mika, recostada en su cama, contemplaba el techo con una mezcla de emoción y nerviosismo. El compromiso que había adquirido de presentarse en el show de talentos pesaba en su mente como una montaña.

Yuuji, la observaba con una expresión de curiosidad en el rostro —¿Qué te trae tanta preocupación, Mika?— preguntó, notando la tensión en el ambiente.

Mika suspiró profundamente antes de responder —Es el show de talentos. Me comprometí a participar, pero no estoy segura de estar lista, hace mucho que no cantó algo— confesó, desviando la mirada hacia Yuuji.

Yuuji arqueó una ceja, intrigado por las palabras de Mika —¿Qué te hace dudar tanto? Sé que eres talentosa, una vez te escuche mientras preparabas ramen —dijo, intentando animarla.

Mika asintió con gratitud antes de continuar —Es solo que... anoche pasó algo con Choso, pasamos la noche del festival juntos... bueno, las cosas fueron un poco complicadas para mi— explicó, sintiendo que las palabras se atascaban en su garganta.

Yuuji la escuchó atentamente, procesando la información —¿Complicadas? ¿En qué sentido?— preguntó, intrigado por lo que podría haber sucedido.

Mika se mordió el labio inferior, tratando de encontrar las palabras adecuadas —Bueno, creo que ya sabes que me gusta Choso, pero... no sé si debería estar involucrándome en algo así, especialmente con mi situación actual— admitió, refiriéndose a su doble vida como Mikael y Mika.

Yuuji asintió en comprensión, sintiendo la preocupación de su amiga —Entiendo. Pero no dejes que eso te detenga, Mika. Si algo te hace feliz, deberías perseguirlo— aconsejó, ofreciéndole su apoyo incondicional.

Mika le sonrió débilmente, agradecida por las palabras de aliento de Yuuji. Con un nuevo sentido de determinación, se levantó de la cama y comenzó a prepararse para el día que tenía por delante. Aunque el camino hacia el show de talentos podía ser incierto, sabía que tenía el coraje necesario para enfrentarlo, con Yuuji a su lado como su fiel aliado.

Yuuji observó a Mika con una sonrisa comprensiva —¿Necesitas ayuda para ponerte el disfraz?— ofreció, mostrando su disposición para ayudarla en lo que necesitara.

Mika negó con la cabeza, mostrando determinación en su expresión —No, para hoy solo quiero ser Mikaela— respondió, con decisión en su voz.

Yuuji asintió con una sonrisa, comprendiendo el deseo de su amiga —Entonces deberíamos decir que Mikael tuvo que regresar a casa y no estará en el festival— sugirió, buscando una solución rápida y efectiva.

Mika sonrió y chocó los cinco con Yuuji en señal de acuerdo —¡Buena idea!— exclamó, sintiéndose aliviada por haber encontrado una solución.

Con decisión, Mika se puso una sudadera que Yuuji le tendió, cubriendo su cabeza con la capucha para ocultar su identidad. Juntos, se dirigieron hacia el dormitorio de Nobara y Maki, donde esperaban encontrar la ayuda que necesitaban para maquillarse y completar la transformación en Mikaela.

A medida que avanzaban por el festival, Mika se sentía más confiada, sabiendo que tenía a Yuuji a su lado para apoyarla en cada paso del camino. Con determinación en su corazón y una sonrisa en su rostro, se preparaba para enfrentar el desafío que tenía por delante, sabiendo que este día sería uno que nunca olvidaría.

Con un golpe suave en la puerta, Mika y Yuuji fueron recibidos por Nobara y Maki con cálidas sonrisas ¡Mika! —La pareja les dio la bienvenida con gestos amigables, invitándolos a entrar al dormitorio.

Nobara, con su energía contagiosa, tomó suavemente los hombros de Mika y la hizo sentarse frente a un espejo iluminado, listo para comenzar el proceso de maquillaje. Mientras tanto, Maki se acercó con curiosidad, con una expresión de interés en su rostro.

Pretty Liar - Choso KamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora