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La mano que fue extendida hacia él, no tardó en tomarla, para bajar con cuidado del auto. Mientras sostenía una cartera delgada con una de sus manos. En esta no llevaba más que los papeles de sus chequeos.

El omega suspiró, mientras miraba a la entrada del hospital.

Minho cerró la puerta del carro y se paró a un lado del pelinegro.

– ¿Nervioso?

Jisung exhaló y negó cortamente.

– Sólo un poco. Entremos.




















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– Entonces nos veremos la semana que viene. Cuídense, chicos. - el doctor se despidió de los futuros padres.

Han salió de la consulta con un puchero demasiado evidente.

– ¿Qué te pasa, Hannie? - el alfa lo miró preocupado.

– Tantos exámenes me dejaron exhausto. Y tu hijo tiene hambre. - se acarició la pequeña pancita en desarrollo.

Minho sonrió con dulzura mirando al suelo, para luego dejar su mano en la espalda baja del contrario, y guiarlo sin que este chocara con las personas que caminaban por aquel pasillo.

– Bien. Podemos ir a comer lo que se te antoje. Y, uhm... Te llevaré a descansar tan pronto como pueda.

Le sonrió. El omega sin poder evitarlo se sonrojó al ver esos hoyuelos que lejos de hacerlo ver tierno lo hacían ver jodidamente atractivo.




















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Entonces la semana que viene tengo que ir con Hannie para que me hagan exámenes a mí también. El doctor dijo que era para chequear que todo con nosotros y el cachorro estuviese 100% bien. - Minho contó a través del teléfono.

Chris le había llamado para saber qué tal le había ido acompañando al omega.

Bien. Cualquier cosa que necesiten, Minho, sabes que puedes llamarme.

No te preocupes, está todo bien. Gracias, Chan.

Hablamos luego, debo buscar a Seungmin a su clase de pintura. - informó.

Vale, adiós. - sin más cortó y volteó para mirar a Jisung.

El omega se había quedado dormido en tan poco tiempo.

El castaño suspiró y se acercó para tomarlo entre sus brazos al estilo nupcial, y comenzar a caminar hacia la bonita habitación del más pálido.

Lo dejó con muchísimo cuidado en la cama y luego de arroparlo se inclinó un poco para acariciar su cabello y dejar un dulce beso en la frente del bonito chico.

– Descansa, Hannie. - susurró y luego se alejó.




















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Han despertó y apenas se salió de la cama buscó al alfa por toda la casa.

Al hallarse solo se enojó y no tardó en llamarle.

¿Ji-

¡Yah! - le gritó. – ¿Cómo te atreves a dejarme solo? ¿Qué pasa si me hubiese despertado sintiéndome mal a causa del embarazo? Eres tan irresponsable... Ugh, te detesto, idiota.

Minho se quedó un minuto en silencio procesando y luego habló.

¿Quieres que vaya?

Ahora mismo. - demandó enojado.

Bien, no te molestes, no es bueno para el bebé. - le pidió amablemente. – ¿Te llevo algo?

Helado. - dijo con un puchero formándose en su carita.

Está bien, Hannie. Dame unos minutos y estoy allí.

Cuando la llamada acabó, el pelinegro sonrió con altanería y se sentó en el sofá, dispuesto a ver un poco de televisión en lo que esperaba al padre de su futuro cachorrito.





















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Minho de verdad no se esperaba que apenas llegando Jisung se iba a acurrucar a un lado suyo mientras tomaba helado con una cuchara directo del recipiente.

– Jisung...

– ¿Uhm? - respondió con la cuchara en la boca.

– ¿Te sientes bien? - preguntó confundido.

– Sí, lo estoy. Abrázame, tu hijo tiene frío. Sé un buen padre. - contestó sin mirarle, los cartoons se veían mucho más interesantes en ese momento.

El alfa suspiró y pasó su brazo alrededor del omega, dejando su mano sobre la pequeña pancita de este.

No le molestaba estar así. Para nada. Sólo estaba asombrado. Han había jurado que no le dejaría tocarlo nunca más en su vida por voluntad propia... Y ahora resulta que tenía al omega fregando su cabecita contra su pecho y ronroneando un poquito.

Han era demasiado dulce y sensible.











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Cualquier error avísenme. ♡

second chance ━ minsung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora