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La madre de Minho se sorprendió cuando al entrar a la casa de su hijo vio a quien solía ser su yerno sentado cómodamente en el mayor sofá de la sala viendo la televisión.

– ¿Jisung?

El aludido abrió sus ojitos con sorpresa y volteó su cabecita para verla.

– ¿S-Señora Lee? - tartamudeó y por puro instinto colocó un cojín sobre su pancita de dos meses.

Según tenía entendido la familia del alfa aún no sabía del tema del embarazo. Debían hablarlo, y con Minho quedaron en ir un día a cenar con ellos y dar aquel paso, pero el plan se fue por la borda cuando Lee Jaeha se apareció en la casa de su primogénito sin avisar.

– Wow... Cariño, ha pasado mucho desde la última vez que te vi. - emocionada la fémina avanzó hacia el precioso omega de cabello negro.

Este sonrió algo incómodo, sabía que una pregunta -la cual no quería responder- en especial, se avecinaba.

– ¿Minho y tú se han reconciliado? Wah, en serio estoy feliz y aliviada. Siempre le dije a ese chico que tú eres el indicado para él.

Han se sonrojó y trató de ocultar la sonrisa que se quería pintar en su rostro tras oír eso. Se sintió halagado.

Pero sabía que la realidad no era esa. Así que las comisuras de sus labios bajaron de forma instantánea.

– ¿No es así?

– N-No. Minho y yo no estamos juntos. - susurró avergonzado mirando sus manitas sobre el cojin.

Jaeha ladeó la cabeza confundida.

Entonces... ¿Por qué y antes de que pudiese continuar con la pregunta la presencia del atractivo alfa se impuso entre ellos?

– Mamá, ¿qué haces aquí? No te esperaba. - forzó una sonrisa ladina. Su madre lo miró ofendida.

– Aigoo... ¿Acaso no puedo venir a visitar a mi hijo? - se cruzó de brazos.

– Sí. Pero por lo menos avisa antes.

– ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué tratas de esconder? - levantó su mentón.

Han se encogió en su lugar.

– Nada. Deja de ser paranoica. - dio un revuelo de ojos y luego miró de refilón a Jisung.

El omega estaba más pálido que de costumbre y parecía estar reteniendo algo.

– Aigoo, Jisung-ah, ¿estás bien? - cuando la beta se quiso acercar al omega este se puso de pie de imprevisto y con una mano en su boquita salió corriendo hacia el baño. El castaño apretó los labios y los puños, cerrando los ojos con fuerza y maldiciendo en su interior.

Un silencio se instaló en aquella casa grande en la que sólo habían tres personas... Y un bebé formándose en la pancita de una de ellas.

– Y-Yo... Iré. - señaló por donde se había ido el pelinegro.

Jaeha asintió cortamente, para luego mirar hacia la tele. Observando un pedazo de la película que se estaba reproduciendo pero sin prestarle atención. Básicamente las imágenes se proyectaban frente a sus ojos mientras pensaba en tantas cosas.

Y sin dudas muchas las dudas que tuvo se resolvieron solo con ver a la ex-pareja regresar -unos 20 minutos después- en silencio.

Minho guiando con cuidado a un avergonzado Jisung que miraba al suelo mientras tironeaba de la tela de su sweter.

Tomaron asiento en el mismo lugar que antes y tragaron duro al escuchar el suspiropor parte de la mayor.

– ¿Y bien? ¿Hay algo que deban contar?

Su miraba se clavó directamente en los ojos aguados del pelinegro, para luego -vacilante- posarlos en el poco visible vientre hinchadito del omega.

– Jisung no aumentó de peso solo por comer, ¿verdad?

El mencionado bajó la cabeza.

Entonces Minho se armó de valor, tomó la mano del embarazado y miró a su progenitora.

– Nosotros... Vamos a ser padres en siete meses. - soltó finalmente.

La beta receptó la respuesta y asintió con una lentitud que pareció una eternidad para los futuros padres.

Lo noté desde que llegué. Hannie huele muy dulce y hay un ligero toque de leche en su esencia. Eso sólo sucede cuando losomegas están en cinta y luego los miró. - sonrió en corto. - Entonces... ¿Quién de ustedes me va a contar cómo sucedió esto? - levantó una ceja divertida.

Jisung alsó levemente su temblorosa manita.

– Y-Yo...

– Adelante. - se cruzó de piernas.

second chance ━ minsung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora