-¿Qué estás haciendo papá?
-Nada hijo no te preocupes, solo haciendo unas precauciones- dije sin prestarle mucha atención a lo que decía
- Pero papá, me estas tomando por idiota ¿verdad?, ya han pasado 2 días desde que ese jinete nos habló y has estado raro desde entonces, ¿a qué se refería ese jinete con lo que dijo? ¿Por qué refuerzas tanto la casa? ¿crees en verdad que vendrán a matarnos? - unas lágrimas empezaron a caer por sus mejillas- ¡¿Por qué no me respondes?!
Recobre mis cabales al verlo de esa manera -mira Erick acabo esto y hablamos ¿sí?, prepara la comida y después conversamos -dije al verlo a los ojos, necesitaba un poco más de tiempo para saber cómo contarle aquello que había escondido tanto, y en verdad deseaba que nunca se enterase de ello, pero era imposible, tenía que hacerlo.Una vez acabe de tapar la última ventana y hacer que la puertita del ático no se note, baje a la cocina, mi hijo ya se encontraba sentado en el comedor con la cena servida, me senté a su lado, y durante toda la comida nadie dijo nada, estaba todo en un silencio muy incómodo, una vez acabamos, Erick recogió la mesa en absoluta mudez, después se sentó nuevamente sin decir nada.
-Bueno...- suspiro rompiendo el silencio- todo comenzó hace unos años, cuando empecé a trabajar en esa planta nuclear, ese trabajo consumía todo mi tiempo y energía, así que me fui distanciando de tu madre sin darme cuenta, ella se sentía sola y...- me daba coraje solo el acordarme de ello- con falta de cariño, simplemente no se sentía amada como antes, así que decidió ir a buscar cariño en otro lado, mientras yo trabajaba y les daba todo el lujo que se merecían, ella me traiciono con... -tenia un nudo en la garganta- motivo de esa traición naciste tu- mi hijo tenía una cara desconcertada, no sabía cómo reaccionar- yo no me entere de ello sino hasta años después, por eso no me recuerdas mucho en tu infancia, trataba de evitarte, no quiero entrar en detalles, pero una ves me entere, había perdido el control me llene de rabia y decidí vengarme, lo planee por mucho tiempo, tenía todo preparado, estaba tan cegado por la ira, pero al mismo tiempo tenia que fingir que nada pasaba para poder desquitarme, cometí un gran error, cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, solo tu y yo sobrevivimos ya que tu te encontrabas aun en la escuela y yo en el trabajo, la conciencia me carcomía, no daba merito a mis actos, estaba totalmente destrozado, así que intente limpiar mi conciencia prometiendo cuidarte por siempre ya que eres lo único que queda de lo que solía ser mi familia- no aguante las lágrimas, por más que lo evitase, estaba llorando- no soy el mejor hombre, ni el padre perfecto, solo trato de hacer las cosas bien, por eso estoy reforzando toda la casa y así protegerte, evitando que se acerquen a hacerte daño, haría lo que fuese solo por ti.
- Se que aun soy muy joven para entender las cosas, pero... todo pasa por algo, y nadie es perfecto, para mi tu eres mi padre y eso es lo que importa, ahora tu eres todo para mi y ahora haces todo para proteger a tu hijo, así que para mí eres el mejor padre del mundo- dijo con lagrimas en los ojos.Los días transcurrieron, los números del cielo disminuían mas lento de lo habitual, ¿seria por que ya no habría mucha gente? Ya quedaba menos de una semana para el final, pero mi hijo y yo nos la pasamos como siempre, en ocasiones nos incomodábamos un poco pero luego volvíamos a la normalidad, nunca mas volvimos a tocar ese tema desde la cena de hace unos días.18 horas, ya no había tiempo el mundo se consumiría en 18 horas, pero al menos estaría a lado de mi hijo hasta mi último aliento, cuidándolo íbamos a comer algunos bocaditos en el silencio de la calmada tarde en la que nos hallábamos, pero todo se arruino cuando de la nada se escucharon carros en direcciona a la casa y un grito que decía "ahí es donde dijo el sacerdote que estaría el sacrificio" "no se olviden que nos prohibieron usar armas de fuego" eran unas de las frases que alcanzaba a distinguir entre los griteríos de la muchedumbre, mi hijo al percatarse de ello corrió a mí que me encontraba observando desde la ventana.-anda al cuarto de arriba y enciérrate ahí-dije desconcertado.-pero papá...- ¡ve rápido! -le grite.La gente empezó a hacer preparativos para destruir la casa y entrar, lo que no sabían esos incompetentes es que pase varios años en la milicia y sabia lo suficiente como para hacer trampas y otras cosas para prohibirles el paso.Una vez se prepararon para atracar mi casa, se empezaron a acercar y a la vez empezaron a caer en mis trampas, una tras otra iba siendo activadas, acabando con sus vidas, así que se detuvieron y esperaron alguna instrucción para moverse con un poco mas de sigilo. Se tomaban su tiempo para ir desactivar las trampas, aunque algunas no les funciono, y acababan con ellos, empezaron a apresurar el paso, cuando ya quedaban un par de horas para el fin, así que use un mi as bajo la manga, al activar una palanca, todo alrededor de la casa se prendió en llamas, dándonos algo de tiempo para así poder escapar por el pasadizo q había hecho. Empecé a subir las escaleras y aproximarme al cuarto de mi hijo, pero la puerta se abrió repentinamente dejando ver a una persona, la cual con un brazo apretaba el cuello de mi hijo y con la otra tenía una pistola apuntándole directamente en la cien.- ¡papá!, ayuda por favor -dijo mi hijo casi llorando, y haciendo pequeños forcejeos para intentar escapar del aquel tipo.-Descuida, no le hare nada solo quiero hablar contigo- dijo aquel hombre, pero con una pistola apuntando a la cabeza de mi hijo, esas palabras no me calmaron en lo absoluto -vamos abajo, coge dos sillas, andando- No tuve más opción que hacerle caso.-Deja esa silla por allí y retrocede unos pasos- apuntando justo al frente de la puerta de salida, con unos metros de distancia, luego forzó a Erick a sentarse en la silla, y para que no se escapase, lo amarro con una cuerda que había encontrado justo atrás de él, luego regreso a verme, se pone mas calmado y dice- descuida solo quiero hablar, no le hare daño a nadie, a menos que me lo obliguen- su mirada se puso muy seria de repente, al pronunciar esas palabras.- ¿Qué es lo que quieres de nosotros? - dije finalmente, pero es que la pregunta estaba de más, era lógico que lo que quería era la vida de Erick.- Solo quiero hablar, ven, siéntate y conversemos.- ¿De qué? – estaba serio, intentando pensar como liberara mi hijo de esto e irnos antes de que las llamas se consumiesen, pero no se me ocurría nada- no tengo nada de q hablar contigo, así que mejor ándate antes de que te...- ¿Antes de que?, no tienes armas con que defenderte y no creo que quieras que le vuele la cabeza a tu hijo- dicha esas palabras me quede quieto, me sentí impotente en un nivel extremo- aunque... ahora que lo pienso- me apunto con su arma, una sonrisa malévola se dibujó en su rostro y disparo en mi pierna izquierda cayendo al suelo en un instante- así no molestaras mientras crucifico al muchacho, después de todo tu no eres el padre y no eres necesario jajajaja- y con el mango de la pistola le dio un golpe en la nuca de Erick, dejándolo inconsciente.- ¡Eres un bastardo! – le grite, pero el dolor era agonizante, prohibiéndome mover.- El bastardo que acabara con el sufrimiento de todos.Al escuchar esas palabras, y de ver como había golpeado a mi hijo, me lleno de una rabia y fuerza... , que me lancé encima de él haciéndole caer, después le empecé a lanzar golpe tras golpe, todos directos a la cara, luego el trato de coger la pistola pero la puse fuera de su alcance, dejándolo de golpear un segundo, aprovecho y me dio un golpe en el estómago, en ese instante cogí el arma antes de que el la alcanzara, y le dispare en hombro, luego le apunte en la cabeza.-espera, espera- dijo poniendo sus manos como escudo mientras gemía del dolor-escucha, créeme es lo mejor para él, y para todos nosotros, el chico ya a sufrido demasiado, y si lo dejas vivir más y dejarlo ver el fin sería muy egoísta de tu parte, serias el peor de los padres. Mira yo también tuve un hijo, el murió con el primer jinete, y a pesar de que me duela mucho estoy agradecido de que el no allá tenido que pasar por todo esto, como el tuyo, así que dime, no crees que es demasiado egoísta de tu parte, dejándole vivir ¿no?- A ti que te importa lo que haga o deje de hacer, es mi vida, es mi hijo- le grite enfurecido. Y en movimiento brusco, el tipo se puso de pie quitándome el arma.- tengo una idea, tienes razón tu eres el padre del chico, vamos acércate ponte a su lado- dijo mientras retrocedía hasta estar justo a lado de la puerta- tienes tres opciones- luego saco otra pistola que tenía en uno de sus bolsillos traseros, y la lanzo a mi- apuntale a tu hijo.- ¿Qué? Estas loco no lo voy ...- no te estoy preguntando solo hazlo o se te borraran las opciones y le disparo yo- dijo mientras con su arma apunto a la cabeza de mi hijo, así que no tuve de otra. Después de eso me lanzo la pistola que él tenía- cógela también-apuntando a mi hijo con el arma de mi mano derecha y con la izquierda a aquel tipo, el solo miro la hora en el reloj de muñeca que traía y dijo- como dije tienes tres opciones, queda exactamente una hora para que comience el fin, así que tienes solo 15 minutos para decidir, tu primera opción es... jalar el gatillo del arma tu derecha y acabar con el sufrimiento del muchacho, dejando de ser egoísta y así talvez ser un mejor padre; tu segunda opción es jalar el gatillo de tu izquierda acabando con mi vida y así se la pasaran juntos y perecerán en el fin del mundo, haciendo que tu hijo tenga el peor de los sufrimientos y torturas.- ¿para qué aria eso ya no tienes como dañar a mi hijo, yo tengo las armas, además me dijiste que eran tres opciones ¿Cuál es la tercera? - dije muy confundido, y sin saber cómo reaccionar a ello.-si no has tomado ninguna de esas dos opciones en media hora, yo optare por la tercera, abrir bajar la palanca para que el fuego del exterior se extinga y la genta pueda entrar con facilidad, y así todos salvarnos del fin. Así que decide, la más conveniente sería la primera, así tu hijo se liberaría de todo el sufrimiento que se le aproxima, serias un buen padre, pero si escoges otra, su sufrimiento seria de lo peor, ser crucificado en el mejor de los casos, y si vive hasta el fin, quien sabe qué clase de torturas lo esperaran ¿comprendes?- dicho estas palabras, me miro con seriedad, tomo aliento y termino con un...- que comience la cuenta regresiva.No sabia que hacer, no quería perder a mi hijo, pero lo que decía ese hombre era verdad, si lo dejaba vivir podría sufrir aún más, seria egoísta de mi parte...-10 minutos ¿ya has decidido? - dijo aquel hombre.Me sorprendí bastante, parecía que solo hubiesen pasado unos cuantos segundos, pensé que me estaba timando, pero me mostro su reloj como su hubiese leído mi mente, el tiempo pasaba de volada, estaba en mi contra, pero aún no sabía que hacer
-10... 9...- el hombre ya comenzó su cuenta regresiva, incluso ya puso su mano en la manecilla de la puerta - 8... 7... 6... 5... 4... 3... 2... 1... "bum"- no sabia si aquel disparo era el correcto, pero ya no había marcha atrás, solo caí de rodillas, sin importar que... había llegado mi fin.
¿Qué importa una vida?, si es que con ella puedes salvar miles.¿Qué deberías hacer?, sabiendo que puedes detener el fin del mundo solo con arrebatarle la vida a alguien, pero no cualquiera, sino a la persona más apreciada, más amada, más valorada en tu vida. Alguien, que aun sabiendo que puedes salvar a miles de vidas arrebatándole su existencia, prefieres la de esa persona a costa de la vida de miles. Seria egoísmo... seria amor... uno nunca sabe lo que esta bien o lo que esta mal hasta que ve el resultado de sus acciones.
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Una vida
Fantasylos humanos han abusado demasiado de la misericordia de Dios, y este cansado de todo decide acabar con ellos, no sin antes darles oportunidades de redimirse