Olivia es una chica muy guapa. Es alta (dentro de lo que cabe, midiendo 1,73), delgada, con ojos color café y una encantadora sonrisa. Un cabello semilargo y liso. Sus senos y glúteos no son grandes, pero sí son bonitos y sus suaves y sedosos pies, siempre cuidados. Kyle, por su parte, es un chico alto (1,80 en su caso), medio en forma, ojos caramelo, una agradable sonrisa, cabello corto y cuerpo siempre afeitado y cuidado. Ambos formaban una pareja encantadora en el pasado, hasta el día en que dicha unión no aguantó más y rompieron.
Han pasado ya dos años desde eso, a la vez que han pasado dos años desde la última vez que Kyle vio a Olivia. Los primeros dos meses fueron muy duros, pero ya ha pasado tiempo y su vida transcurre de forma normal.
Hoy va a ser un buen día, es viernes y Kyle no tiene clases. Un fin de semana de tres días por delante, el sueño de cualquier estudiante. Se levantó a las diez de la mañana, se aseó y desayunó. Encendió su ordenador y dedicó el resto de la mañana a jugar. Una vez saciadas sus ganas de juego, se fue a la cocina y se preparó algo de almorzar. Tras comer, se echó una siesta y se levantó a media tarde, sobre las cinco. Un día vago, justo lo que le apetecía tener tras semanas de convocatorias.
Aún así, Kyle decide ponerse algo decente y salir a dar una vuelta, por tomar el aire. Cogió sus auriculares y su mochila y se fue sin un rumbo fijo. Caminó durante veinte minutos disfrutando de su música favorita y luego decidió tomar un bus para ir hasta el centro comercial más cercano. Le gustaba pasar por las "tiendas frikis" que habían allí. Tardó un poco más de la cuenta en llegar y, una vez dentro, encontró asiento por los pelos, sólo quedaban libres dos. Kyle se sentó en uno de ellos, el más pegado a la ventana, dejando en otro libre para otro posible pasajero.
La gente subía y bajaba en las distintas paradas hasta que le llegó el turno a Kyle. En esa parada concreta se bajó un montón de gente. Una de esas personas reconoció al chico y lo llamó. - ¿Kyle? - preguntó la voz, quien no estaba segura de si era él o no. El chico, al oír que lo llamaban se giró y miró a la persona mientras se le aceleraba el pulso y le daba un pequeño vuelco el estómago. Era Olivia. Kyle maldijo la hora en la que pensó en coger el bus y venir al centro comercial.
- Hola, Olivia, cuánto tiempo. - Dijo simulando naturalidad. Ella estaba guapísima. Se había dejado crecer un pelín más el pelo, su eyeliner y pintalabios hacían su cara aún más bonita y llevaba un vestido veraniego que le quedaba muy bien. Para rematar, traía unos zapatos de tacón abiertos que dejaban ver sus suaves pies y sus uñas pintadas en negro, el color favorito de ambos. Kyle no pudo evitar dirigir fugazmente su mirada a ellos, cosa que Olivia notó, aunque no dijo nada.
- Ya ves, te vi y no sabía si eras tú, hace años que no coincidíamos, ¿cómo te va? - Decía la chica con voz enérgica y, al parecer, genuina ilusión por el reencuentro.
- Bien, dando una vuelta, aprovechando que no tengo lío hoy. ¿Tú qué tal? - Respondió mientras se apartaban un poco del resto de personas de la parada para no molestar.
- Bien, pues un poco igual. ¿Te apetece tomar algo? Así nos ponemos al día, que hasta hoy estabas desaparecido en combate. - Bromeó ella.
- Claro, sí, es que la uni te absorbe. - Contestó él algo desconcertado.
Ambos fueron caminando mientras hablaban hasta el centro comercial, donde decidieron ir a una cafetería, a petición de ella, a la que solían ir cuando salían. Eso molestó un poco a Kyle, quien no sabía qué pretendía exactamente Olivia. Tomaron asiento y pidieron unos cafés.
- Bueno, entonces cómo te va, ¿tienes pareja o algo? - Preguntó Olivia con naturalidad.
- No, qué va. Me di un break de las relaciones. ¿Y tú? - Preguntó de forma inconsciente Kyle, quería saber si estaba soltera o no.
- Pues tampoco. Solo tengo rollos. No encuentro a nadie con quien sentar la cabeza... y tampoco me apetece. - Añade finalmente con un toque cómico y se ríe.
Siguieron charlando durante unas horas, hasta que Olivia dijo que se iría ya. Kyle no tenía nada que hacer (y quería pasar más tiempo con ella), así que le dijo que podía acompañarla a casa si quería. Olivia se rió y lo miró de reojo. Esa mirada le encantaba a Kyle. Esperaba que le dijera que no, pero para su sorpresa aceptó. Fueron a la parada y tomaron un bus de vuelta. Ella mientras hablaba, jugaba con sus pies, cosa que hacía mirar a Kyle de forma intermitente y fugaz, ya que él sabía que eso no estaba bien.
Por fin llegaron a la parada indicada y ambos se bajaron. Caminaron un poco y llegaron hasta el piso de Olivia.
- Bueno, ha estado bien el reencuentro. Gracias por acompañarme, sigues tan servicial como siempre. - Dijo con una voz pícara en tono de broma. Kyle se sonrojó levemente por ello.
- Sí, estuvo bien. - Dijo tras carraspear. - Bueno, pues... nos vemos, supongo. - Añadió con intención de irse, ya que Olivia había sacado el móvil y parecía que estaba respondiendo unos mensajes.
Olivia lo miró con cierta lujuria. - ¿Te acuerdas cómo nos despedíamos a veces? - Preguntó con una sonrisa lasciva, expectante por lo que podría hacer el chico. - Me gustaría que lo hicieras. - Añadió para romper el silencio que Kyle había formado. Él estaba mirándola incrédulo. Su corazón le iba a mil. Sus ojos denotaban sumisión y deseo. Finalmente cayó.
Olivia sonrió complacida al ver a Kyle ponerse de rodillas, acercar su cara a los pies de la chica y besar el empeine de ambos. Kyle levantó la cabeza aún arrodillado ante ella y la vio mirarle, además de ver su móvil. - Desde que vi cómo me miraste al bajar del bus supe que no ibas a poder evitarlo. - Sentenció Olivia.
Kyle se puso en pie muy nervioso. - Me lo pediste tú. - Fue lo único que dijo al ser interrumpido por Olivia.
- Lo sé, y tú obedeciste. Esa es nuestra dinámica, ¿no? Llevo tres meses con la fantasía en la cabeza de tener un esclavo sexual y hoy cuando te vi no me lo pude ni creer, supe que era mi oportunidad. Te tengo en vídeo besándome los pies, pero no creo que haga falta, ¿verdad? Serías mi esclavo si te lo pidiera incluso sin el vídeo. - Dicen que quien calla otorga, y es que Kyle no se atrevió a negarlo. Él mismo había fantaseado con esa idea cuando aún eran pareja. Olivia se rió.
- ¿Entonces quieres? Tampoco tienes elección, si no quieres, te obligaré con este vídeo, pero sé que la respuesta es sí y quiero oírlo de tu boca. Obviamente de rodillas y con el debido respeto que merezco. - Dijo Olivia con un tono autoritario y dominante. Kyle luchó contra sus impulsos en vano. Se arrodilló, bajó la cabeza y pronunció. - Sí, quiero ser su esclavo, ama Olivia.
- Bien, esclavo, pues entra. Te voy a explicar en qué va a consistir tu nueva vida. - Ordenó la chica, abriendo su puerta y entrando. Kyle entró gateando y cerró la puerta.
Nota del autor
Hola querido lector/a. Este es el primer capítulo de mi primera novela. Espero que te haya gustado. Me esforzaré por continuarla de la mejor manera posible. En el próximo capítulo habrán muchas más escenas eróticas, ya que el destino de Kyle está firmado por su ama.
Por favor, siéntete libre de comentar lo que opinas, o de hablarme si quieres💕
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A los pies de mi ex
RomanceKyle tuvo una ruptura con la única pareja que ha tenido en la vida. Fue duro, aunque la vida siguió adelante. Todo parecía ir a mejor tras los años, hasta que un día Olivia volvió a cruzarse en su camino. La que antes era su novia, ahora será su ama.