Llamadas inesperadas (5)

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Pasaban las semanas y Samuel seguía esperando esa llamada que nunca llegaba. ¿Se había hecho demasiadas ilusiones? ¿Esperaba algo que nunca llegaría? Y lo más importante: ¿Porqué estaba tan obsesionado con un chico que ni si quiera conocía? El siempre se había definido como heterosexual, había tenido varias novias antes, pero no sabía porqué pero este chico no salía de su cabeza. Sus ojos, su pelo, sus rojas mejillas... ¡NO! ¡YA! ¡STOP!
Esas preguntas rondaban por su cabeza cuando de repente sintió que le sonaba el movil, se apresuró a cogerlo como si su vida le fuera en ello.

- ¿SI? Digo, ¿Hola?
- ¿Samuel? - Decepción en 3...2...1... Conocía esa voz, ese acento extranjero. Era Lanita, la novia americana de Luzu.
- Hola Lana...
- ¿Estás bien?
- ¿Porqué no debería estarlo? Es sólo que estoy cansado.
- Bueno, haré como que me lo creo.
- ¿Porqué has llamado? ¿Pasa algo con Luzu?
- No, tranquilo. - Soltó una risita tonta.
- ¿Es por el cumpleaños?
El cumpleaños de Luzu sería el sábado, Lanita le estaba organizando una fiesta en su casa.
- Ya tengo la hora. Será a las 9. Te llamo para preguntarte si puedes recogerle y llevarle a mi casa.
- ¿El no sabe nada no?
- ¡Por su puesto que no! Por cierto, cuanta más gente mejor. Están todos invitados, incluso Álvaro. Podréis traer amigos.
- Perfecto. Yo le recojo, no te preocupes, ya cada vez conozco la ciudad mejor.
- ¡Muchas gracias!
- De nada... Adiós.
- Wiiiiii.- Samuel se alegró al ver que Lanita estaba tan feliz como siempre.
Salió de su cuarto y de la universidad para dar un paseo por Madrid, la ciudad le gustaba cada vez más.
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Tenía el teléfono. Tenía su teléfono. Tenía el teléfono de aquel chico que tanto le gustaba desde el primer momento que le vio.

Y no sabía que hacer.

Guillermo era gay, desde que tenía trece años y no le daba pánico decirlo, así que el hecho de aquel chico le hubiese parecido extremadamente guapo no era algo nuevo, además de que estaba MUY bueno. Lo mejor de todo, ahora que tenía su teléfono podría quedar con el y volverle a ver. Habían empezado con mal pie y pensaba arreglar las cosas.

Pero sabía sin saber qué hacer. ¿Qué le diría? No tenía ni idea. Con la tontería pasaron las semanas y acabó olvidándose.

Su vida era aburrida, muy aburrida. Se levantaba por las mañanas e iba a trabajar a la cafetería. A veces por las tardes quedaba con sus amigos o con su primo Mangel y de vez en cuando recogía a su hermana del colegio. Eso era todo. Estaba esperando una oportunidad de hacer algo diferente, y aquel día la encontró.
- ¿Hola? - Dijo. Alguien le llamaba por teléfono.
- ¿Willy? ¡Soy Álvaro!
- ¿Álvaro? ¡Cuanto tiempo!
- Ya lo sé tío... ¿Te apetecería venir a una fiesta este sábado?
- Sí claro... ¿De quién es la fiesta?
- La está organizando la novia de un amigo por su cumpleaños, ha dicho que cuanta más gente haya mejor. Le quiere organizar una fiesta enorme.
- Yo... Esto...- No podía desperdiciar la oportunidad, pero la verdad es que le daba un poco de corte ir a una fiesta así como si nada. - ¿Seguro que no hay ningún problema?
- Ninguno, de verdad, habrá mucha gente. Va a ser la hostia.
- ¿Hora?
- A las 9, si quieres voy yo a buscarte. ¿Tienes algún amigo que quiera ir?
- Yo... ¡Ah! ¡Sí! Tengo un primo que está aquí en Madrid, se llama Mangel.
- Pues dile a Mangel que venga.
- Vale, yo le aviso. Adiós Álvaro.
- Sayonara Willy.
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Hola!! Espero que os esté gustando!!!
Una preguntita... Esto es un fanfic wigetta, entonces ¿Queréis a Mangel y Rubius sólo como amigos? ¿O queréis que les haga pareja?
Sé que nadie me va a hacer caso pero por favor dejad algún comentario o algo para saberlo!! XD
Besos!!

La mejor casualidad - WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora