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Salió al balcón sonriendo alegre viendo la mayoría de la ciudad.

-Hola vecino nuevo!- Escuchó Douma una voz aniñada en el balcón junto al suyo.

Volteó hacia su costado y sonrió con ternura al ver a un niño pequeño con el típico delantal de jardín, teniendo enredados sus rebeldes cabellos negros con puntas azules. -Hola pequeñín me llamo Douma, y tu?-

Los ojos verdes del niño se iluminaron ilusionados al ver que no lo había ignorado ni le había hablado mal como hacían la mayoría de los vecinos. -QUIERES SER MI MAMI?!-

-Q-QUÉ?!- Douma abrió los ojos como plato con un notorio sonrojo al escuchar al pequeño niño del que no sabía ni su nombre.

-Lo siento, no quería asustarlo.- El menor hizo un pequeño puchero y se puso su gorrita de jabalí. -Esque nunca conocí a mi mami y mi mamá es la única familia que tengo.-

-...- Douma se acercó con cuidado al entender la situación y estiró una mano hacia el cachorro de ojos verdes, aprovechando que los balcones estaban pegados. -Me llamo Douma, acabo de mudarme aquí con mi mejor amigo Akaza. Qué te parece si primero nos hacemos amigos? Aún no creo estar listo para ser mami.-

El pelinegro de puntas verdes sonrió radiantemente y entrelazó su pequeña manita con la de Douma. -Me llamo Inosuke Hashibira! Cumpliré cinco años en dos meses! Y vivo con mi mamá alfa Kot-!-

-INOSUKE! CON QUIÉN HAB-?!- La alfa se quedó en silencio al salir al balcón y ver a su hijo hablando con un omega desconocido, por lo que frunció el ceño gruñendo territorialmente y cargó a su hijo separándolo bruscamente del más bajo. -Quién eres tú?! Y por qué tomas la mano de mi hijo?! Inosuke! Qué te dije de hablar con extraños?!-

-P-Perdón mamá. Douma no es un extraño, el y su mejor amigo se mudaron al lado! Ahora sí podré tener mami! No es genial?!- Sonreía radiantemente el cachorro, imaginando ilusionado una vida con su mamá y el vecino como familia.

-Ve a ponerte las zapatillas ahora.- Ordenó Kotoha bajando a Inosuke y se acercó a Douma cruzándose de brazos. -No se que se les antojará hacer a tu amiguito y a ti. Pero dejaré las reglas claras: 1: sin música alta ni alcohol ni drogas, 2: sin indicios de sexo, 3: nada de cigarrillo o humo, 4: sin insultos, 5: en el celo no te quiero ver paseando por el balcón, 6 y más importante: no vuelvas a hablarme ni mucho menos a Inosuke.- Ordenó para luego meterse a su apartamento y cerrar la puerta corrediza con llave.-

-....- El Omega se sonrojó hasta la nuca al darse cuenta de que había estado a medio metro de una alfa sin marca por dos minutos. Sus piernas temblaron y cayó arrodillado en el balcón. -UNA ALFA ME HABLÓ KYAAAA!!!!- Chilló emocionado pero rápidamente negó con la cabeza y se dió golpecitos con las palmas de las manos en las mejillas. -Ay Douma reacciona, solo es la vecina. Que tu omega interno no te gane. Una vez que pude independizarme no quiero alejarme.- Respiró hondo y se puso de pié volteando a ver hacia la ciudad, viendo a lo lejos los locales de comida. -Ya que Akaza-dono me dijo que lo espere creo que iré a comprar algo de comer antes de ordenar mi habitación.- Pensó con una pequeña sonrisa y entró al departamento cerrando la puerta corrediza con llave, agarrando su riñonera al salir del departamento y cerrar con llave.

-DOUMA!- Sonrió radiantemente Inosuke y se lanzó sobre las piernas del Omega para abrazarlo mientras cerraba su departamento y su madre hacía lo mismo.

-I-Inosuke, ve con tu mamá.- Sonrió amablemente Douma, aunque su omega interno moría de ganas de abrazar y cargar en brazos al pequeño niño que le hacía recordar a la hermanita de su otra mejor amiga, quien quedó en su antigüo vecindario a las afueras de la ciudad.

-Si Inosuke, ven aquí.- Ordenó Kotoha viendo seriamente a su hijo.

-A dónde vas a ir?!- Preguntó curioso Inosuke siguiendo de cerca a Douma al verlo entrar en el ascensor.

-Tsk.- Siseó Kotoha de mala gana entrando al ascensor con su hijo y ese omega.

Douma miró temeroso a la alfa gruñona que había marcado la planta baja. -A-A comer.- Respondió al niño mientras veía asustado la vena en el cuello de la mujer.

Las puertas del ascensor se cerraron y el niño sonrió radiantemente. -Genial! Mamá y yo también iremos a comer! Quieres venir con nosotros?! O a dónde vas?! Podemos ir contigo!-

Kotoha gruñó apretando su brazo ante la idea de su hijo.

Douma abrió los ojos como platos sonrojándose tenuemente, ya que al hacer eso se marcó un poco el bíceps y los pechos de la alfa. -NO! N-No te preocupes Inosuke! B-Buscaré un local por la avenida! U-Ustedes vayan a comer en familia!-

Kotoha sonrió levemente al quedarse satisfecha con la respuesta del omega.

Pero Inosuke no se rendía tan fácil. Rápidamente se abrazó a una de las piernas de Kotoha. -MAMÁ! QUE DOUMA VENGA TAMBIÉN!-

-No.- Respondió Kotoha tajantemente.

-Vamos mamá! Tu siempre dices que la comida se disfruta mejor con compañía y Douma estará solito! Por fiiiiii!!!!!!- Rogó el infante haciendo ojitos de bebé.

Kotoha bufó frustrada, no podía negarle nada a su pequeño consentido. -Bien. Pero nos sentaremos en mesas distintas.- Afirmó y bajó una mano para acariciar dulcemente los rebeldes cabellos de su hijo.

-YEY!!!!!- Inosuke sonrió radiantemente y cuando el ascensor se abrió correteó hasta la entrada saludando al guardia que abrió la puerta principal. -HOLA MICHI! ADIVINA QUÉ?! LE CONSEGUÍ UNA CITA A MAMÁ!!!-

Quieres ser mi mami? [KotoDou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora