𝒉𝑜𝑚𝑒 ━━ Bellamy Blake

xviii. "𝑠𝑜𝑟𝑟𝑦 𝑤ℎ𝑜 𝑎𝑟𝑒 𝑢?"

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x. i am become death

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El ambiente era totalmente tenso, Clarke y Madelyn intentaban ayudar a toda la gente posible ignorando sus síntomas.

La castaña sentía el sudor caer por su frente, sentía como su piel hervía, aun le resultaba extraño experimentar aquello síntomas pues en su estadía en El Arca era rara la vez que se enfermaba y aquí parecía vivir enferma.

Iba a limpiar un trapo cuando sintió un fuerte dolor en la cabeza, haciéndola frenar. Su vista se nubló, tenía la sensación de que la sangre de su cuerpo bajaba y fue ahí cuando perdió la conciencia y cayó al suelo.

O casi caía.

Se hubiera golpeado si no fuera por un par de brazos que la sostuvieron y la cargaron a una hamaca vacía.

Madelyn recuperó la consciencia rápido, levantándose de golpe sin entender nada, golpeándose ahora con aquel chico que la había salvado de golpearse contra el suelo.

—¡Mierda, lo siento!.

—No, fue mi culpa, fue mi culpa, tuve que verlo venir. –Murmuró adolorido, riendo levemente. —¿Estás bien? Caíste de la nada.

—Sí, solo me tropecé. –Mintió rápidamente, si Clarke se enteraba de su desmayo la mandaría a descansar.

—Debes descansar, estás demasiado caliente, –Él respondió preocupado, dándose cuenta al segundo. —quiero decir, que tu cuerpo está caliente, digo, no caliente de caliente, si no caliente de caliente, ¡tú me entiendes!.

El rostro de Madelyn era un poema, confundida, divertida, cansada, todo en una expresión.

El de él era otro poema, avergonzado, divertido, preocupado; tenía las orejas rojas pero una gran sonrisa.

—¿Gracias?.

—Lo siento a veces hablo sin pensar. Soy Josh... Joshua.

—Obviamente lo sé, Joshua. –Sus cejas se elevaron al escuchar eso, a lo que Madelyn se apresuró a corregirse tras limpiar su garganta. —Quiero decir, conozco el nombre de todos aquí.

—Wow, me hiciste sentir especial y un Don Nadie en cinco segundos, Madelyn.

La chica soltó una risita.

Era un chico alto, pero no tanto como cierto espécimen, su cabello era castaño claro y tez clara, con una barba que apenas alcanzaba a notarse en sus mejillas, aunque lo que llamó la atención de Madelyn eran sus ojos, tenían un brillo que le gustaba, al igual la sonrisa que se pintó en su rostro con facilidad.

—Puedes llamarme Mads, todos mis amigos lo hacen.

—Y tú llámame Josh.

Luego de aquella inusual presentación aquel par comenzó a hablar como si fueran amigos de toda la vida, conectando al minuto de conocerse.

Madelyn sintiéndose normal al hablar con él, sin la carga de estar al mando de la supervivencia de 100 adolescentes.

Joshua olvidándose del dolor que no lo dejaba descansar, cuidando a la chica que le llamaba la atención.

Aquella charla duró más de lo que esperaban, menos de lo que deseaban, terminando cuando escucharon como empezaban a gritar fuera de la nave.

La chica salió rápidamente con una pistola en mano, sintiendo una mano sosteniéndola por la espalda, nadie podía ver ese gesto pero para Madelyn era más que suficiente.