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Cellbit odiaba a Quackity.
O algo así.
Eso es lo que se quería convencer a él mismo, repitiéndose una y otra vez en su cabeza "Él está mal", pero nada parecía funcionar.
Su corazón se aceleraba cuando está a su lado, sus mejillas se tiñen de un lindo color rosa, sus manos sudan descontroladas buscando hacer tacto con aquel azabache. ¿Eso era odiar? Diría que es todo lo contrario.
Sentía que Quackity merecía de su atención, era demasiado... Extraño, parecía alguien tan abierto, pero misterioso a la vez, nunca cuenta nada más allá de anécdotas pasadas, todos lo conocían solo de manera superficial, al punto que llegó a pregúntarle a los demás y no obtuvo respuestas.
- ¿Que le gusta hacer a Quackity? -Le pregunto a uno de sus amigos en común, este lo miro confundido, aún así pensó en la pregunta y no encontró respuestas.
- No lo sé ¿Por qué lo preguntas?
- Nada...
¿Por qué nadie parecía conocerlo?
- Roier ¿Sabes que es lo que le gusta hacer a Quackity? -Le pregunto al que crea era uno de los más cercanos a ese azabache.
- ¿Pues lo que le gusta a todos? Comer y esas cosas, no sé Cellbo pregúntale tú. -De nuevo una respuesta mediocre por no decir que ni siquiera era una respuesta.
Se empezó a acercar de como a poco a aquel azabache, aún cuando sus nervios se desorbitaban cada vez que estaba a su lado.
- ¿Que me gusta hacer? La jardinería. -Responde con una sonrisa simple, mostrando como sus ojitos se cerraban cada vez que lo hacía, era un ataque directo y muy efectivo para el corazón de Cellbit.
La jardinería...
Compro una planta porque le recordaba a Quackity, según la vendedora le traería fortuna o algo así, sinceramente le daba igual, solo la compro porque al verla se le veía la cara del chico misterioso que tanto intenta odiar.
- ¿Sabías que a Quackity le gusta la jardinería? -Le pregunto a Rivers, otra amiga bastante cercana al chico mencionado.
- ¿Ah? Pues la verdad ahora que lo pienso tiene sentido, siempre tiene flores y platas por toda su casa, pero creía que era para no sentirse solo. -Esa respuesta le hizo pensar ¿Sentirse solo? Eso era nuevo.
Quackity siempre estaba rodeado de gente ¿Por qué se sentiría solo? Parecía no tener sentido, pero a la vez podía entenderlo. La mayor parte de su vida se sintió sólo, pero ahora no, gracias al azabache.
