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La soledad me persigue…

No era realmente un sentimiento nuevo, ya lo había vivido antes y muchas veces, pero la cosa era que ahora yo ya estaba sanando, todo iba bien, me sentía de maravilla y pensé que no volvería a recaer más…

Bueno, gran error.

Después que me separé de él, de Gunwook, la soledad volvió, y dios estuve realmente mal, me sentía horrible, la necesidad de llorar a penas se me cruzaba algún recuerdo de nuestros momentos juntos, era doloroso, es doloroso aún incluso, pero en ese entonces pegaba más fuerte, él se fue tan repentinamente de mi vida, tan rápido como lo pude obtener, y me arrepentía tanto de no haber disfrutado al máximo con él, de no haberle dicho las tantas cosas que me hacía sentir, quizás por vergüenza o porque me sentía muy intenso, no lo sé, aún costaba pensar en ciertas cosas, ciertos recuerdos, aún me tocaba, demasiadas cosas de mi vida cotidiana me traían a diario su recuerdo y no podía hacer nada. Algún día lo superaría de algún modo, eso era lo que constantemente me repetía.

Ya lo había aceptado, nuestra ruptura, que ya no lo podría tener más a mi lado, que Gunwook ya no iba a estar más a mi lado aunque quisiera, fue tan difícil, es aún difícil, a pesar de que apenas ha pasado un año es como que si apenas ayer los dos estábamos juntos, y él me decía que solo yo importaba en su vida, que era el hombre que más había amado en su vida, que estaba agradecido de que yo lo amara y que haría todo lo posible por devolver ese amor que yo le ofrecía.

La cosa era que yo siempre había sido una persona difícil de soltar, de superar, y bueno sí, sabía que probablemente tendría sentimientos por Gunwook toda mi vida, así sea que me fuera a enamorar nuevamente, que fuera amar a alguien más nuevamente, sabía que Gunwook tendría siempre un espacio en mi corazón, un pequeño pedacito de mi amor que sería solo suyo toda mi vida.

Si se preguntan el impacto de este hombre en mi vida y por qué hablo de Gunwook de esta forma tan ‘dulce’ es simplemente porque él fue la primera persona en este mundo que me hizo sentir realmente amado románticamente, se convirtió en mí todo tan rápido, era mi mundo entero, el hombre más hermoso a mis ojos, me mostraba tanto amor y nunca, pero nunca me hizo dudar, ni una sola vez de su amor hacia mí.

Quizás esa era la marca que había dejado en mi vida, por lo que lo amaría eternamente. Realmente no me molesta, nunca nadie me había hecho sentir ni amar tan fuerte como Gunwook había logrado que lo hiciera, incluso creo que él me amaba más de lo que yo lo hacía con él, éramos el perfecto cliché de ‘quién cae último, cae más fuerte’ y yo amaba eso. Nadie nunca, de mis anteriores relaciones me había amado lo suficiente, yo siempre había sentido más, sufrido más, era el de la iniciativa, los planes, incluso a yo les terminé a esas dos personas porque a pesar del daño que sabían que me estaba causando y el sufrimiento que se estaban ocasionando a ellos mismos, no tuvieron el suficiente valor para terminar las cosas, entonces yo siempre me paraba como el fuerte, después de aguantar el dolor y explotar, finalmente les terminaba. Gunwook no fue el caso.

Gunwook no era el caso.

Él terminó las cosas y él también fue el que me pidió salir, me sorprendió tanto, las dos cosas, claramente que cada una tuvo una ola de emociones diferentes en mí, pero las dos las acepte, y nunca, pero nunca me voy a arrepentir de haber salido con él.

También cuando todo terminó, sabía que era necesario, aunque no quisiera, aunque quería rogarle que se quedará e intentarlo de nuevo, lo deje ir, porque era lo mejor, aunque dolía, dolía una mierda, como el puto infierno, pero estaba bien, yo entendía. Lo peor de todo es que lo hacía por mí, porque sabía que me estaba haciendo daño con algunas de sus acciones y quería dejar de hacerme sufrir, sabía que habían cosas que podía hacer para cambiar, pero también había terceros y mantener una relación así en realidad no era algo muy bonito que digamos.

Entonces lo deje ir.

Park Gunwook ya no era mío.

Estaba bien, aunque haya días y noches en las que quisiera irlo a buscar, enviarle un mensaje y pedirle, rogarle que vuelva, está bien, yo sé que Gunwook estará bien y que yo también lo estaré.

Si él quiere volver, lo hará. Le dije que lo esperaría, esperaría el tiempo suficiente y así lo haré, claro que no toda la vida, pero sí lo suficiente como para que Gunwook pueda decidir si estar conmigo es conveniente para él.

A veces los recuerdos de esa noche me invaden, el llanto, el arrepentimiento, la ansiedad, tenía demasiadas emociones mezcladas, y lo que más duele fue que no pude despedirme bien de él, lo sé y me arrepiento, pero espero haber dicho lo suficiente.

Quisiera haber formado más recuerdos con Gunwook, muchas de las cosas que tenía planeadas hacer juntos no las pudimos realizar, y bueno estaba realmente mal, mi amor por él era tan fuerte que incluso no le veía final a lo nuestro, pensé en un futuro juntos, una linda casa en otro país donde podríamos ser libres, sin que nadie nos juzgue, con un perro y un gato, un gran patio y me lo imaginaba a él esperándome en casa, revisando cosas de su trabajo mientras me veía entrar y dejaba todo de lado para abrazarme, besarme, y yo como siempre no me negaría. Teníamos todo, yo con el trabajo de mis sueños y Gunwook con el suyo, un lindo hogar donde solo nosotros existamos.

Era muy surrealista, lo sé.

Quizás si no hubiéramos terminado, en algún futuro si hubiéramos llegado a vivir juntos, casarnos y otras cosas, pero no con la vida perfecta, siempre estaban los problemas en el camino, pero por lo menos hubiéramos sabido que nos teníamos el uno al otro y siempre nos íbamos a apoyar en todo mutuamente.

Gunwook era perfecto, todo lo que había deseado siempre, tuve suerte de ser suyo, y dios…

Amaba entregarme a su merced.

Era total y únicamente suyo, podía hacer lo que quisiera conmigo, con mi cuerpo, dominarme y hacerme mierda. Gunwook podía ser tan dulce, pero era tan bueno jodiendo, y dios no saben cuanto me excitaba, el hecho incluso de solo imaginarme sus dedos en mi boca era suficiente para ponerme la piel de gallina, y él lo hacía tan bien…

Bueno creo que me extendí demasiado, esto se trataba de mí y mi sentimiento de soledad, no de mi historia con mi ex.

Las cosas ahora eran complicadas, me había alejado de todos, bueno no en su totalidad pero intentaba, me sentía solo, como si no le importará realmente a nadie. Era algo que ya había vivido antes, pero era imposible de reprimir, cada cierto tiempo ese sentimiento volvía y yo no era capaz de detenerlo.

Sabía que no era así, pero hoy es mi cumpleaños, me doy cuenta de que las personas que conozco siempre suben historias de sus amigos, que los felicitan a penas son las doce, y bueno a mí, en cambio, solo llego un mensaje, y luego otros tres más, era algo triste, intente aguantar y pensar que no tenía que tomarle tanta importancia a eso, pero se me hizo imposible. Ahora me ves, aquí luego de llorar, intentando desahogarme, algo raro ¿no?, desahogarse en el día de su cumpleaños, cuando todo debería ser felicidad y festejo, pero por ahora no era así.

Solo espero que más tarde que me levante todo vaya bien, realmente espero eso. Presiento que será un buen día de alguna forma.

𔘓


ʚ last hope ¦ mattparkz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora