Carta 2

5 1 0
                                    

No volví a buscarte ya que tú no lo hacías, tomé una decisión y fue quererme a mí mismo lo cual implicaba apartarme de tí. ¡Y no, no fue orgullo! Fue dignidad. Entendí que esto era algo de dos y no sólo yo. Fue muy duro dejarte ir, parecías feliz sin mí, decidí hacer lo mismo pero no se me dió tan fácil. No sabes todas las noches que lloré y entre lágrimas sólo podía pedirle a Dios que te hiciera regresar, la idea de que estuvieses con alguien más me estaba matando pero a pesar de eso decidí respetar tú decisión. Me dejaste como si fuese nada, ¿Tan fácil fue? ¿Llegar, decir todas esas cosas bonitas y luego irte? Me destrozaste y no te importó. ¿Ahora quieres volver? Me costó mucho sanar como para volver a donde me hicieron daño. Te deseo toda felicidad del mundo y lo siento pero no vuelvas a buscarme.

Cartas de un ángel caído Donde viven las historias. Descúbrelo ahora