Carta 3

4 1 0
                                    

Nunca me había costado tanto desprenderme de alguien, jamás me había dolido tanto el adiós de alguien cómo me duele el tuyo. Solo yo sé lo mucho que me dueles a pesar del tiempo que ha pasado, lo que me está matando, no tenerte ya, lo que me duele, saber que esos ojitos ya no brillan por mí. Que esos "te quiero" ya no son míos, que esas manos ya no me acarician a mí, me duele porque tú eras diferente para mí, eras única, la conexión que llegue a tener contigo desde el día uno fue especial y no deseo sentirla con nadie más, me cuesta mucho desprenderme de ti, pero tengo que hacerlo. Me cansé de extrañarte todas las noches, me cansé de dormirme pensando en que fue lo que hice mal, me cansé de actuar como si nada hubiera pasado, cuándo tengo mucho que reprocharte, muchas cosas guardadas en mi corazoncito, muchos ¿por qué?, atorados en la garganta y sin respuesta, sinceramente, hay cosas que siempre dolieron y hasta la fecha aún duelen. Sé que no fui la mejor persona en tu vida, me hubiera encantado serlo de verdad, en fin, ambos nos llevamos cosas buenas, uno del otro y eso es lo bonito. Ojalá algún día entiendas que eras todo para mí, ojalá fuera tan fácil olvidarte como lo fue enamorarme de ti, nunca creí que esto llegaría a su fin tan rápido, pensé que ibas a luchar un poco más por mí. Solo queda agradecerte todo lo vivido, amé ser parte de tu vida o error de tu vida, un ratito, amé viajar a tu lado, amé dormir y despertar junto a ti, sin duda fue mi mejor día, después de mucho por fin había vuelto creer en las promesas,amé compartir un ratito de mi vida contigo, siempre quise que fuera contigo el formar una familia y todo lo que implica verte a futuro con alguien, no se pudo, de cualquier manera deseo que te vaya bien siempre. Voy a extrañarte un poquito más todavía, de aquí hasta que la vida quiera.

Cartas de un ángel caído Donde viven las historias. Descúbrelo ahora