Capítulo 1

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"El final del viaje no es el destino,
sino los contratiempos y recuerdos
que se crean en el camino"
- Penelope Riley.

Catalina es de las personas que siempre dejan una impresión en todo aquel que la conoce, no deja indiferente a nadie; para algunos era una niña que aún no entendía del todo como funciona el mundo, pero para la gran mayoría: una mujer que sabía exactamente lo que quería y cómo conseguirlo. Especialmente, en su área de trabajo. Eso era lo que la traía a "La Cala", uno de los mejores cafés-restaurante de toda la ciudad de Barcelona, hace un par de semanas atrás había recibido una llamada de Pedro Luque, un increíble director de fotografía cinematográfica y que coincidentemente había sido su profesor por un par de semestres antes de egresar, habían mantenido el contacto a través de los años, pero era la primera vez que lo veía en un largo tiempo.

-Pedro - Exclama con una sonrisa luego de limpiarse la boca con una servilleta y ponerse de pie.

-Catalina - Le responde el hombre de cuarenta años mientras la recibe entre sus brazos con cierta admiración - Qué alegría volver a verte -

-Lo mismo digo - Contesta su ex alumna con una sonrisa. Y es en ese momento, cuando lo abraza, que ve que viene acompañado, y quién lo acompaña.

-Cata, él es... -

-Juan Antonio Bayona - Dice la joven lentamente, casi puntuando cada palabra que sale de su boca.

-Un gusto - Dice el hombre de gafas con una sonrisa aceptando la mano que Catalina le había ofrecido.

-Igualmente - Le responde ella con el mismo gesto - Me habías dicho algo sobre un proyecto, pero me trajiste hasta al director - Comenta la fotógrafa mirando a su colega mientras este se sentaba justo frente a ella y el director español al lado suyo.

-Entonces, supongo que me dirás pa' que soy buena - Le dice Catalina apoyando sus codos sobre la mesa y su mentón sobre sus dedos entrelazados en la altura, sus ojos abiertos de par en par como si fuese un venado ante un foco de luz, todo en su postura gritaba atención.

-Te dije - Exclama Pedro luego de una modesta carcajada al ser observado por Bayona, quien lo mira alzando las cejas, el mismo gesto con el que se encuentra al voltearse a mirar la joven mujer frente a él.

-¿Y? - Pregunta Catalina con expectación.

-Pues, Pedro me ha hablado mucho de
ti - Le comenta el español.

-Espero que sólo cosas buenas - Comenta la joven reajustandose en su asiento.

-Bueno, me ha dicho sobre tu talento para la fotografía... -

-Jota - Dice luego de respirar profundamente - ¿Te puedo llamar así, no? - Le dice después de darse cuenta que el apodo ha salido de su boca con demasiada naturaleza.

-Por supuesto, adelante -

-Jota, al solomillo - Le pide con cierta diversión, pero la realidad es que Catalina no puede ver cuando las personas quieren decirle algo y no paran de darse vueltas.

-Pedro me ha dicho que eres fotografía y que te especializáis en el área documental, pero que ya has trabajado detrás de cámara - Le comenta con una templanza de la cuál Catalina puede admitir siente envidia - ¿Qué es lo último que has hecho? -

-Bueno, volví hace un par de semanas de Atlanta, estuve trabajando con los Duffers - Responde con simpleza la fotógrafa.

Lo menos que quería era alardear del trabajo que recién terminaba; uno, porque no había visto el producto terminado y dos, porque nunca le ha gustado hablar de su trabajo.

Desde la distancia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora