Qué difícil es despedirse, hay gente que disfruta con este momento, pero no es mi caso. Hay momentos en los que sabes que tienes que soltar para poder avanzar, que sabes que es el camino correcto y a pesar de ello, duele y da miedo.
El miedo nos acompaña en muchos de los pasos que damos y el dolor es parte del proceso. Soltar conlleva perder por mucho que sepas que al cruzar la puerta te esperan el "ganar". Las elecciones siempre comportan una pérdida y tener que decir adiós a algo que ha formado parte de tu vida es difícil, pero no imposible.
Las despedidas permiten concentrar muchas emociones y sensaciones juntas, pero lo mejor de ese momento es la capacidad del ser humano por inundar de nostalgia todos los recuerdos bonitos vividos y dejar a un lado e incluso eliminar los momentos negativos y que muy probablemente, te hayan llevado hasta esa despedida.
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Escribir para sanar
CasualeRecopilatorio de todas las reflexiones y pensamientos que un día decidieron salir a través de un bolígrafo para sanar el alma.
