Wednesday 10 años atras

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Me encontraba en los pasilios de la iglesia, buscando un baño, cuando me detuve cerca de donde se encontraba mi prometida y futura esposa, Anelisse, había decidio seguir con mi camino cuando escuche algo que me partió el corazón.

-Goody, es tan irritante-dijo Clarisa, amiga de Anelisse.

-En una hora será mi cuñada, ¡Oh por dios!-dijo Anelisse odiosa.

-¿Y qué vas hacer con eso, Ann?-respondió la omega.

-Pues me tocara persuadir a Wednesday para que no veamos a su familia después de la boda, ya sabes no me quiero involucrar con esa familia que no está a mi altura -contestó Anelisse.

-¿Pero estás segura de que no te lo va a negar?-dijo Clarisa

-Claro que no, Wednesday no me lo niega nada-dijo bien convencida la castaña

-No nos has contado qué pasó con Jason en tu última noche- dijo Clarisa.

-¡Shhh! No hablen fuerte, bueno le dije que si quería que no me casara que venga a impedir la boda-dijo Anelisse.

-¿Y qué fue lo que te dijo?-respondió Clarisa.

-Me dijo que él no se iba a casar nunca y bla, bla, bla, que tengo que seguir y casarme con Wednesday -dijo la futura novia

-¿Y te dio tu regalo de bodas?-dijo con coqueteria otra de las damas de honor de la omega.

Todas las damas de honor de Anelisse empezaron a reír a lo dicho por la que sería mi futura esposa, y yo no lo podía creer.

-Ya silencio, ya les digo - dijo la novia, -Pero si, algo por el estilo, más o menos. Fue la última vez se los juro-dija alzando su mano derecha como juramento.

-Si como no-dijeran al unisono sus amigas

-Es que Wednesday es tan atenta, tierna y además va a ser cardióloga, así que me casaré con él ¡Tendre una muy buena vida!-dijo Anelisse.

En ese momento llegó mi primo Ajax, quien había estado escuchando todo lo que mi ya no futura esposa decía de mi.

-Wedns, como lo siento, en verdad.

No dije nada y me fui, cancelé la boda. Fui tan patética, pensé que ella me amaba.

Estaba demasiado dolida así que fui ahogar mis penas en alcohol, sin saber que esa serío la noche que cambió mi vida.

Estaba en el bar, sentado en la borra bebiéndome mis problemas. Escuché el tintineo de la puerta siendo abierta, seguida de chiflidos y comentarios desagradables a aparentemente una omega.

Todos en el bar la molestaban y querían ligar con ella, estaba tan enojada y disgustada por los comentarios vulgares, que el lugar enteros e empezaba a apestar de su olor. Ella se sentó a mi lado, y noté cómo su bolsa caía de la barra.

-Disculpa se te cayó el... -dije o traté de decir.

-¿Te podrías callar un segundo y tratar de no decir tonterías? -dijo ella enojada.

-Solo quería decirte que se te cayó el bolso - dije agachándome y levantando el bolso para entregarselo.

-¡Ohh! Que pena crei... -dijo ella.

-No te preocupes olvidalo -dije mientras tomobo de mi cerveza,

-Estoy segura que no conociste a la señorita que te dio ese anillo en un bar de mala muerte como este, ¿no?-dijo la omega coqueta.

-La conoci en la escuela, en la cafeteria de hecho-dije con pena.

-¿Cuánto llevas casada? -dijo ella muy coqueta, acercándose cada vez más.

Y juro que le iba a decir la verdad, en serio, pero no quería que me viera como una perdedora, así que alteré un poco la historia.

-6 años -dije seria.

-¿Y dónde está tu esposa?-continuó con su coqueteo, tocandome cada vez más

-Dejé de preguntarme eso hace tanto tiempo -respondi.

-Eso es horrible-dijo ella con compasión.

-Dice que trabajo demasiado, pero es para mantenerla a ella y su adicción a las compras -dije.

-¿Y porque no solo la dejas? -preguntó ello.

-Los hijos. 3 pequeños-dije. -Es que adoro adoptar y no quiero dejar de hacerlo.

-Pobre alfa-dijo ella tocando mi anillo de bodas. ¿Quieres ir a otro lado? - dijo ella mientras tocaba mi entrepierna con coqueteo.

Así descubrí como el anillo matrimonial hacía maravillas para mi vida. Cambié mi especialidad de cardiología a cirugia plástica. Mejoré mi aspecto, mi cuerpo se convirtió en el de una alfa fuerte y alta, la cara y grasa de bebé desapareció. Y el anillo se quedó, y se convirtió en mi amuleto de buena suerte con mis ligues.

Uno por noche, mentira tras mentira.

A veces he pensado en arrojar ese anillo a la basura o al mar, me hace sentir mal lo que les hago a mis conquistas.

Pero ese anillo de bodas es lo que impide que me vuelvan o romper el corazón,

Una Esposa De Mentira |  WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora