Capitulo 03

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-¿Quieres que finja ser tu esposa? -preguntó la omega rubia a la alfa, mientras cominaban en la plaza con los mejores locales de moda y estéticas. -¿Y no se te ocurrió otro nombre que no fuera "Devlin"?

-Casi me hago Devlin en los pantalones cuando lo preguntó, Enid. Entré en panico, me puse nerviosa -respondió cómico la alfa.

-¿Tú entraste en pánico? Te inventas una esposa cada viernes,

-Si. Imaginate lo que siento por la chica.

-¿Has pensado que un día ella va a entrar a tu consultorio, y va a ver que soy solo tu asistente y recepcionista? -intentó convencer la más pequeña.

-Sencillo. Soy cirujana plástica Ens, jamás volverás a verte igual. Corte aquí y allá, cara nueva-respondió Wednesday haciendo señas de tijeras con sus manos. -Es broma. Te daré un bigote falso.

-De verdad no has pensado esto bien, Wednesday.

-Por favor, solo cálmate y goza de los aparadores-dijo la alfa, haciendo señas a los lindos diseños en los maniquies.

-Mira eso. Yo no uso...-dijo la omega con frustración al imaginarse en uno de esos elegantes conjuntos. -Yo tengo ropa, por cierto. No necesito nada de esto, estoy bien.

-Tienes lo mejor ropa de tiendas corrientes. Necesitas parecer la linda esposa de una cirujana plástica, Enid. Quiero crear la ilusión de que tuve una linda y muy sexy esposa. No esto-respondió despectiva señalando su desaliñado atuendo.

-Cretina. Bueno, tú te lo buscaste. Estoy lista.

Llenas de adrenalina empezaron a recorrer todas las lujosas tiendas de aquel elegante centro comercial, Gucci, Louis Vuitton, Prada, Fendi, Burberry, entre muchas otras. Enid se sentio como una princesa mimada, mientras veía a Wednesday despilfarrar su dinero solo para ella..

-¡Estos son... Wow!-dijo la omega alga asustada, después de probarse unos altos tacones que hacían a sus piernas lucir elegantes.

-Lindos -elogió la alfa, quien la esperaba sentada en un sillón cuidando las decenas de bolsas que ya llevaban.

-Hace muchos años que no usaba tacones-se disculpó la omega con la beta que la ayudaba a sostenerse -¡Dios mio! ¡Son increíbles; ¿Cuánto cuestan?

-1700-respondió la beta.

-¿¡1700 dólares!? ¿Tú vienes incluida? -preguntó con burla la pelinegra.-La casa de mis padres costó 1700 dólares. No, no. ¿Son de piel de panda, o algo?

-Si. No los vamos a necesitar-respondió la omega, un poco ofendida y abochornada por el comportamiento de la alfa. - De hecho me estoy sintiendo, estoy comenzando a sentir color. ¿Ustedes tienen calor? Creo que no podré ir esta noche a conocer a Divina.

Una Esposa De Mentira |  WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora