"Hijo de los 24 Reinos, El Elegido de los Mundos"

El Comienso de la pelea.

El campo de entrenamiento temblaba con la intensidad de la batalla que estaba a punto de desatarse entre Hiro y Rukai. Ambos se enfrentaban con miradas serias y determinadas, sabiendo que esta confrontación determinaría el destino de Hiro como discípulo graduado de Rukai.

La pelea comenzó con un intercambio de golpes rápidos y precisos. Hiro mostró una agilidad impresionante, esquivando los ataques de Rukai con movimientos fluidos y calculados. Por otro lado, Rukai desplegó su experiencia y habilidad, bloqueando los ataques de Hiro con una destreza impresionante.

Cada golpe resonaba en el aire, haciendo retumbar la tierra debajo de ellos. Hiro lanzaba puñetazos y patadas con determinación, mientras que Rukai contraatacaba con una precisión letal. El choque de sus ataques creaba chispas en el aire, iluminando la oscuridad de la noche con destellos brillantes.

A medida que la batalla avanzaba, ambos combatientes comenzaron a mostrar signos de fatiga y desgaste. Hiro recibió cortes y contusiones en su cuerpo, su ropa desgarrada y manchada de sangre. Sin embargo, no se detuvo, su determinación ardiente alimentando su voluntad de luchar.

Rukai, por otro lado, mostraba una resistencia impresionante, su experiencia y habilidad le permitían mantenerse firme incluso bajo la lluvia de golpes de Hiro. A pesar de sus heridas, su determinación no flaqueaba, su voluntad de probar a Hiro como un verdadero guerrero seguía siendo tan fuerte como siempre.

La tensión en el aire era palpable, cada momento de la batalla cargado con la promesa de un desenlace épico. Con cada golpe y cada herida, Hiro y Rukai se acercaban más al punto de no retorno, donde solo uno de ellos saldría victorioso.

La tierra temblaba bajo sus pies, el aire zumbaba con la energía de su enfrentamiento, y en medio de todo esto, Hiro y Rukai se sumergieron en una batalla que resonaría en los anales de la historia de los guerreros.