RIVALES [Kivi ver.]

Capítulo 40

El lunes estaban en el aparcamiento de la escuela escuchando los gritos emocionados de Ruslana, la morena recostada en el capó sólo podía sonreír.

-¡¿Comprenden?! Me invitó a una cita, una de verdad ¡No lo puedo creer!-dijo feliz mientras se colgaba del hombro de Nicole, ella también parecía feliz por su amiga.

-Yo también tengo una cita con Julio-confesó y las demás la felicitaron.

-Yo fui a visitar a Martin en su casa-pero claro que todas sabían que en parte estaba feliz porque había pasado tiempo con Violeta.

-Terminaré viviendo con gatos-se lamentó Bea por falta de emoción en su vida amorosa.

-No creo, chica. Sabes, un chico del club de pesas no quita los ojos de ti- le susurró Nicole y Bea le restó importancia.

-No importa, no quiero sufrir como ustedes. Ahorita estarán felices,pero hace meses lloraban como locas-dijo y sus amigas le dieron la razón, el amor era una gran montañarusa.

-¡Dios, Kiki! Aun no me lo creo-le susurró Ruslana a su mejor amiga mientras las otras dos hablaban -. Lucía tan adorable mientras me lo pedía, estaba nerviosa y todo-contó con la cabeza en las nubes.

-Supongo ¿Y a dónde te llevará? -preguntó, riendo por la emoción de su amiga.

-Dijo que era una sorpresa-respondió emocionada.

-Puede que te sorprenda-aclaró dejando a su amiga con la duda, pero cuando preguntó se hizo la desentendida.

Estuvieron todo el día perfecto, solo que Violeta estaba molesta con Chiara por lo de la otra vez y se lo demostraba ignorándola, aunque a la pelinegra no se le pasaba por alto que la viera de reojo. Austin también le veía con enojo, pero la ignoraba mientras iba de la mano con su novia, aunque no los había visto besarse y Chiara estaba feliz. A la quinta hora estaba en el pasillo, yendo a clases, y escuchó a alguien que la llamaba, volteó tan brusco que le dolió el brazo roto, pero intentó disimular el dolor.

-Rarita, te estaba llamando ¿No escuchas? -le dijo Denna, aunque de una forma bromista, no había desprecio.

-Mira, señorita. Yo estaba distraída yendo hacia mi clase, creo que deberías hacer lo mismo-le dijo echando su cabello para atrás.

-Y sobre todo yo te voy hacer caso-dijo rodando los ojos y tomando a Chiara del brazo, para apartarse de los estudiantes que caminaban por el pasillo -. Oye, tengo que decirte algo.

-Sí, ya vi, Rus estaba muy emocionada hoy-el rostro de Denna pareció iluminarse.

-¿En verdad?

-No paraba de brincar, me recuerda aquella vez que se tomó cinco litros de cafeína-dijo riendo y recordando ese día, fue muy divertido.

-Me imagino, pero ahora el problema es que hay un rumor, que dijo uno de los de primero-sus ojos miel estaban repletos de ansiedad y preocupación -. De que casi besas a Violeta en los pasillos ¿Es cierto?

Chiara se coloró de pies a cabeza y eso fue la respuesta.

-Supongo que sí-dijo un poco cansada.

-¿Cómo... cómo... quién?

-Hasta ahora sólo pocos los sabemos, pero los rumores se riegan muy rápido, Austin podría enterarse-dijo observando la cara pálida de la ojiverde, suspiró y estaba dispuesta a arriesgarse -. Mira, Oliver¿Tú estás enamorada de Violeta?

Chiara no respondió, ya que escuchó unos gritos y vio con horror como los ojos de Denna se abrían.

-OLIVER-Dios, Chiara ya iba a comenzar a odiar su propio apellido, eso pensó cuando escuchó la voz repleta de odio de Austin.Vio como el chico se dirigía a ella con el rostro rojo y los nudillos apretados, lucía igual que aquel día en el campo y Chiara se preguntó si le rompería el otro brazo.