Capítulo XVI

801 46 3
                                    

Chiara entró con su Jeep en el aparcamiento, buscando cuidadosamente un lugar para aparcar. -Hay un sitio por allí, al lado del coche de Ruslana. -Violeta señaló.

-Nop, está demasiado cerca del campo. ¿Has visto la forma en que las pelotas caen por esta zona?

-Oh, creía que era porque no querías que se te llenara de polvo.

-Bueno, por eso también. -Chiara admitió, estacionándose en un lugar sombreado cerca de algunos árboles. -Venga, es hora de que veas cómo el equipo de las Abejas nos patean el culo.

-¿Es buen equipo, huh?

-El mejor de la liga y ellas lo saben. -Salieron del Jeep y fueron hacia la parte de atrás. Chiara abrió la puerta trasera y sacó su mochila de deporte. -Es como si jugaran Tinker y Evers, pero aquí son las gemelas Winters.

-¿Qué?

-Supongo que tendrías que saber de béisbol para que entiendas lo que hablo, es decir, que casi es una garantía de que todas las pelotas que nos lancen serán out.

-Oh. -Violeta se encogió de hombros. -¿Así que estaremos aquí sudando con todo este calor y ensuciándonos solo para perder?

-Así es. -Ella colgó la mochila sobre su hombro. --Tú llévate la hielera.

-Vaya, gracias.

-Ni lo menciones. -Chiara usó su hombro para darle un codazo en broma a su compañera. -Ahora vamos, es hora de ver a las Air hearts darle a las Abejas un juego fácil.

Ruslana sonrió y saludó con las manos cuando vio a las dos acercarse. Le dio a Chiara un abrazo. -Me alegraría que tú pudieras hacerlo también. -ella dijo a Violeta, quien permanecía fuera de su alcance.

-Bueno, he escuchado que aquellas dos son de cuidado. -Violeta señaló hacia las gemelas.

-Definitivamente. Tengo el presentimiento de que será un juego muy rápido. ¿Qué le pasó a tu cara?

-Oh, um... mala noche en el trabajo. Chiara, voy a dejar la hielera por allí y a conseguir un
asiento.

-Valee.

Ruslana esperó hasta que la pelirroja se retirara antes de preguntar a Chiara. -¿Qué le pasó?

Mirando mientras se retiraba hacia las gradas, Chiara colocó sus antebrazos sobre uno de los rieles superiores de la cerca junto al campo de juego. -Odio que trabaje allí. Me dio una excusa de que un hombre la golpeó.

-Oh Dios mío, ¿Qué pasó?

-Ella no me dio todos los detalles. Su cara se ve mejor hoy que anoche. Se quemó su espalda con un cigarrillo también.

-¿Estaba ella...?

-No. Eso pasó durante una de sus funciones. -Chiara miró hacia el campo, levemente notando los uniformes amarillos con negro del otro equipo que calentaban haciendo tiros con las pelotas.

-Rus, si la hubieras visto anoche...

Ruslana apretó su hombro -¿Cómo estás tú?

-¿Yo? Yo no he sido a la que han pegado. -Sacándose la gorra, ella suspiró y comenzó a juguetear con el ala de esta. -Algunas veces, ella es un verdadero dolor de cabeza pero anoche... -Chiara hizo una pausa, lamiéndose los labios para dar tiempo y meditar sobre la situación. -Cuando le vi su cara no lo podía creer. ¿Cómo pudo alguien hacerle eso a ella?

-Malas cosas le pasan a gente buena, Chiara. Así es la vida.

-No puedo soportar ver que ella vuelva otra vez a trabajar allí después de lo que pasó.

El corazón de VioletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora