Perfect Defects ~Jack Johnson

4.

9:03 pm.
Se escuchaban indicios de tormenta y un posible granizo.
Mi teléfono sonaba
- ¿Si? -contesté
- ¿Jack?, ¿Jack puedes venir a por mi?
- ¿Birdy?, ¿por qué lloras, dónde estás?
- Yo..yo...
- Tranquila, respira hondo y calmate
- No puedo Jack yo...
Su respiración agitada se escuchaba a través del teléfono.
- Birdy dime donde estás, voy a buscarte -dije cogiendo las llaves del coche mientras salía de casa.
- Es...estoy frente a la heladería
- Enseguida voy, tranquila
Sabía perfectamente a que heladería se refería.
- Jack... Por favor no cuelgues
No podía conducir mientras hablaba por teléfono pero no podía dejarla sola.
- Escuchame, voy a ponerlo en manos libres, voy a por ti
Arranqué el coche y me dirigí hasta el lugar indicado mientras hablaba con ella.
- Te veo, no te muevas de tu sitio llevo un paraguas para que no te mojes.
Pero mis palabras fueron en vano ya que en cuanto me vio salió corriendo hacia mi para abrazarme, la cogí y ella enredó sus piernas en mi cintura mientras lloraba abrazada a mi.
- J...Jack... -sollozaba
- Hey, mirame estoy aquí, princesa.
La llevé hasta el coche para que no se resfriara y la abroché el cinturón de seguridad.
- Tranquila, vamos a casa.
Estacioné el coche en el garaje y juntos entramos a casa.
- Cambiate antes de que te resfries -sugerí.
Ella siempre tenía algo de ropa de cambio en mi casa por si acaso.
Cuando volvió cambiada la serví una taza de chocolate caliente.
- ¿Estás mejor?, ¿qué ha pasado?
- Yo... Mis padres... Ellos... -comenzó a llorar.
- Tranquila, estoy aquí. -intenté consolarla mientras la abrazaba.
- Ellos me vieron contigo y... Se enfadaron Jack, se enfadaron mucho, me gritaron, me pegaron, dijeron que no volvería a verte nunca más y me fui, me fui para no volver.
Yo nunca les había caído bien a sus padres, pero ellos a mi tampoco, solo nos vimos una vez, salíamos de clase y nos dimos un abrazo de despedida pues ese día sus padres la recogerían, se acercaron ambos y me amenazaron con que me alejara de su hija, pero nunca lo hice y nunca lo haré.
- Puedes quedarte conmigo siempre que quieras, puedes quedarte conmigo para siempre -dije mirándola fijamente a los ojos.
Sinceramente yo sentía hacia ella algo más que un cariño de amigos pero nunca me atreví a decírselo, tenía miedo de las consecuencias.
- Jack yo... No quiero ser una molestia.
- Nunca eres una molestia.
- Te quiero -dijo mirándome a los ojos ella quería decirme algo a través de su mirada.
- Yo también -susurré, pero para ese entonces sus labios estaban a centímetros de los míos, esa vez no retuve mis instintos, simplemente la besé y ella me correspondió el beso.