Tuve que dejar de pensar cuando el muchacho llamó mi atención: la cena estaba lista. Trajo una bandeja de madera con una cena que olía de maravilla y que podía reconocer a la perfección: bolas de arroz. Ayudé a servir la mesa, llena de alegría por algo tan simple como ver un onigiri en la bandeja. Ni siquiera pude evitar sonreír para mí misma.
Una vez sentados, Kita agradeció la comida y yo imité su gesto, realmente contenta de tener en mis manos una simple bola de arroz. Estaba deliciosa, era un onigiri de atún.
—Son tus favoritas, ¿no?
Lentamente, mi mirada se posó en Kita, quien mantenía un rostro sereno e inexpresivo.
—¿Có... cómo dices?
—Las bolas de arroz con atún. Son tus favoritas, ¿no?
Noté un golpeteo en mi pecho, totalmente sorprendida.
—Hm, sí, sí que lo son. —respondí con timidez —. Gracias.
«¿Tal vez lo mencioné en algún momento?», pensé sin tener ninguna respuesta clara. Supuse que sí, pero aún así quise preguntarle. Sin embargo, él se adelantó.
—Me encanta cuando sonríes. Tienes una sonrisa muy bonita.
Lo dijo de forma tan mecánica y sin expresión en su tono que no sabía si realmente lo sentía o si estaba bromeando.
—¿Hablas en serio o es puro sarcasmo? —pregunté de forma directa, lo que hizo reír al muchacho.
—Lo digo en serio. Eso me recuerda, eres muy sincera. Siempre lo has sido. Y me gusta mucho.
—Sí, bueno, no tienes ni idea de la de veces que me he metido en problemas por...
De repente, me di cuenta de algo. Un click resonó en mi cabeza, haciendo un pequeño cortocircuito en mis pensamientos.
—Disculpa, ¿acabas de decir... que siempre he sido sincera?
—Bueno, que yo sepa, sí. Siempre has sido una persona muy directa y...
—¡No, no me refiero a eso! —exclamé alzando un poco la voz, claramente nerviosa.
Shinsuke cambió su expresión a una más seria, que entendí como la espera de una respuesta que explicase a qué demonios me estaba refiriendo.
—¿Te acuerdas de mí? ¿Sabes quién soy?
—¡Por supuesto! —sonrió el muchacho —. ¿Cómo voy a olvidarme de ti?
Oh.
—Sé que no nos vemos desde que somos niños, pero es imposible olvidar lo contenta que te ponías al comer bolas de arroz, o la rebeldía que mostrabas cuando escondías las herramientas de tu padre en el bajo de tus vestidos para jugar con ellas.
Entonces Kita puso una leve y tierna sonrisa en su rostro, probablemente la primera vez que veía algo así en él. Apartó la mirada a la mesa, mirando fijamente a un onigiri.
—Es imposible olvidar la sonrisa que ponías cuando se mezclaban los colores de las acuarelas en el lavadero. Era realmente hermoso.
«Creo que mi corazón va a explotar en cualquier momento...», pensé, notando cómo el calor se acumulaba en mis mejillas.
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matrimonio concertado |Kita Shinsuke x reader|
Fanfiction-¿¡Cómo podéis hacerme esto!? Tenías tus planes. Querías viajar, montar tu propio negocio de comida casera y ser feliz. Sin embargo, el destino te tenía preparado otra cosa completamente diferente. ...