A pesar de que la idea de marcharme de allí se me pasó por la cabeza varias veces, decidí ir despacio con ese tema. Gracias a los ahorros que me dio Kita, pude invertir en aprendizaje y recursos para desarrollar mi nueva carrera profesional.
Si pudiese describir con una sola palabra lo que ocurrió después de aquello, utilizaría el termino de "inefable": es imposible explicar lo rápido que mi vida dio un giro de 180º. Poco a poco comenzamos a hablar más. Teníamos pequeños encuentros que antes pasaban desapercibidos y en nuestros momentos en las comidas fluía una energía distinto al de siempre. De repente, empezamos a pasar más tiempo juntos. Fue algo que surgió inconscientemente. Si él estaba en los campos de arroz recogiendo la cosecha, le acompañaba y le ayudaba; si yo estaba haciendo el almuerzo, él se unía y lo hacíamos juntos.
Un año después de aquello, me di cuenta de que nuestra relación era irreconocible comparada con la de antes. Parecíamos... una familia. Kita miró el cielo estrellado mientras yo servía esta vez la cena.
—Bolas de arroz, ¿eh?
—¡Ya sabes que hoy toca! —le dije mientras le guiñaba un ojo, que fue correspondida con una leve sonrisa.
Agradecimos la comida y empezamos a tomar aquellos deliciosos onigiris.
—Mañana haré hamburguesas de tofu. ¿Te parece bien?
—Me parece estupendo. Las haremos juntos.
Sonreí y recordé todo lo vivido con cierta nostalgia, era increíble lo rápido que había pasado el tiempo, además de la gran evolución que tuve desde ese día.
—¿Cómo va el negocio? —preguntó Shinsuke antes de darle un bocado a su onigiri.
—Osamu está interesado en trabajar conmigo —dije con una sonrisa orgullosa —. La campaña de marketing que hice hace meses está dando sus frutos.
Kita soltó unas carcajadas que denotaban pura alegría.
—Eso es genial, cielo.
Casi me atraganto cuando dijo eso. El chico se percató de lo que había dicho y carraspeó. Era la primera vez que veía sus mejillas sonrojadas, aunque fuese sutilmente.
—¿Puedo volver a preguntarte... si me amas?
Miré la bola de arroz que tenía en la mano y reflexioné sobre ello. Al contrario que la otra vez, esta vez tenía otros sentimientos y otra forma de pensar. Volví a mirar a Shinsuke, quien me observaba con determinación.
—Amar... creo que es una palabra demasiado fuerte —respondí con serenidad —. Pero sí es verdad que mis sentimientos por ti han cambiado. Me siento feliz a tu lado, con energía y ganas de moverme.
—Entiendo —Shinsuke sonrió con sinceridad.
—¿Y tú?
Mi pregunta pilló totalmente desprevenido al muchacho, pues su expresión cambió de forma abrupta a una confundida.
—¿Cómo dices?
—Bueno, existe la posibilidad de que tus sentimientos por mí hayan cambiado al conocerme más, e incluso por el hecho de haberte rechazado todo este tiempo —expliqué ladeando la cabeza —. Por eso, ¿me amas?
Kita volvió a tener el mismo rostro de antes, pero con un aire completamente sereno.
—No existe esa posibilidad. Te sigo amando igual que el primer día.
Mi corazón latió con fuerza, como todas aquellas veces que Shin mostraba cariño tanto de forma física como verbal.
—Tengo una pregunta. Prometo no volver a molestarte si me dices que no, e incluso olvidaré el tema si me lo pides.
Asentí, sin ninguna preocupación realmente.
—¿Tengo posibilidades de que me ames?
Curiosamente, no me llevó mucho tiempo pensarlo. Fue algo casi inmediato, automático, un mero impulso.
—Sí Shin, existe esa posibilidad. Pero tengo prioridades, ya lo sabes. No quiero mezclar emociones con mis sueños personales.
El joven me miró enternecido, cogiendo un onigiri con delicadeza.
—En ese caso... trataré de conquistarte y esperaré a que me ames... sin prisas.
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matrimonio concertado |Kita Shinsuke x reader|
Fanfiction-¿¡Cómo podéis hacerme esto!? Tenías tus planes. Querías viajar, montar tu propio negocio de comida casera y ser feliz. Sin embargo, el destino te tenía preparado otra cosa completamente diferente. ...