Cap 1

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(Inglaterra, 1958)
(Casa Afton)
(9:24 p.m)

Silencio, está muy tranquilo– pensó el menor de la familia, William.

–¡¡¡Como se te ocurre ocultarme el hecho de que te vas a mudar a los Estados Unidos!!!– gritó su madre.

–Y cual es el problema, es mi vida hago lo que quiero– respondió irritado Oliver.

–No será que te quieres ir y dejarnos aquí solos para poder irte una de tus amiguitas–

Hable muy pronto– pensó William mientras sus padres empezaban a discutir. –Mejor me voy a mi cuarto– prosiguió a levantarse de la mesa para dirigirse a su cuarto, a pesar de no haber terminado ni la mitad de su plato.

Al entrar a su habitación decidió irse a dormir pues ya era algo tarde, se fue a bañar y al terminar se vistió y se acostó en la cama.

(10:30 p.m)

William ya estaba casi dormido cuando la puerta de su cuarto se abre, era su madre, esta simplemente se acercó a su hijo y le dio un beso en la frente para luego devolverse por donde vino.

–Mañana será otro día– susurró Barbara para salir por completo de la habitación de su primogénito.

(Al día siguiente)
(9:30 a.m.)

–¡William ya levántate!– grito la única mujer que vivía en esa casa.

–¡Ya voy!– respondió medio adormilado, no sabía que hora era pero debía ser tarde para que su mamá lo estuviera levantando. William se metió al baño, tomó una ducha rápida, se lavó los dientes, se vistió y salió de su cuarto para llegar al comedor donde encontró su desayuno ya servido.

–Comes rápido y metes todas tus cosas en esta maleta– dejo el objeto mencionado a un lado de la habitación.

Raro– pensó. Se comió su comida y fue a hacer lo que su mamá le había pedido, metiendo su ropa y juguetes dentro de la maleta que poseía un color gris oscuro.

Al terminar salió de su cuarto para buscar a su madre, la cual se encontraba en la entrada de la casa esperando que su hijo llegara para ya irse pues el viaje sería en unas tres horas, le gustaría haber tenido más tiempo para planear pero al enterarse tan tarde no tuvo más opción pero que apurarse, lo bueno era que viajarían en clase business por le que al menos irían algo cómodos en el viaje.

–¿A dónde vamos?– la voz de su hijo la sacó de sus pensamientos.

–Eso no importa, vamos que llegamos tarde.–

El menor no respondió nada simplemente siguió a su progenitora para evitar cualquier confrontación.

Barbara alcanzó un taxi y entró a este con su primogénito.

–Muy buenos días, ¿a dónde los llevo hoy?– preguntó el taxista de manera rápida.

–Al aeropuerto por favor– respondió educadamente.

–Muy bien– dijo para dirigirse al lugar, estaban algo cerca, a unos 15 minutos.

El viaje fue tranquilo y silencioso ignorando los pitidos de los carros que estaban en la carretera y uno que otro auto que se había pasado la roja casi provocando un accidente pero por suerte no pasó, ya le pondrían su multa.

Al llegar al aeropuerto se bajaron del auto, entraron al establecimiento, hicieron su check in, pasaron seguridad y esperaron a que los llamaran a la puerta, en algún momento del trayecto ellos se encontraron a Oliver quien había llegado antes que ellos al aeropuerto.

Suenan los micrófonos. –Pasajeros del vuelo ## de la aerolínea #7€0¥ acercarse a la puerta de embarque número #.–

–Ese es nuestro vuelo, vamos– comentó la madre de familia.

Se acercaron a la puerta mencionada para empezar a hacer fila pues había más gente delante de ellos.

–¿Tienes los pasajes?–

–Sí no te preocupes mujer.–

–Los siguientes por favor– hablo la azafata.

–Tenga–

La mujer pasó los papeles y los dejó pasar a bordo.

Mientras bajaba por la rampa que estaba conectada al avión William estaba emocionado, era la primera vez que viajaba en avión y estaba muy emocionado, aunque no estaba seguro de que harían en su destino, ni siquiera cual era, esto tenía que ver con la conversación de aye, eso lo tenía claro, entonces irían a los Estados Unidos, pero en serio su mamá había convencido a ese viejo para ir allá, seguramente no, tal vez estaba haciéndolo bajo una amenaza, quien sabe, pero no se quería preocupar por eso o por el hecho de que sus padres se habían peleado ayer por las heridas que los dos presentaban en la cara y los brazos, como es que las personas no se habían dado cuenta, quizás no se querían meter o no les importaba.

Al entrar al avión se dio cuenta de algo, sólo dos de los asientos estaban juntos, quizás era coincidencia o quizás estaban peleados o estaba sobre pensando las cosas como siempre, aunque no lo podemos culpar pues varias veces le a tocado ser el mediador entre las peleas de sus padres mientras estos intentan convencerlo para que les dé la razón; lo manipulaban u hasta le echaban la culpa de varias cosas que no le correspondía, el nunca pidió nacer para "obligar" a su madre a permanecer con su padre como ella le había dicho cuando estaba borracha; como olvidar la vez que su madre le cortó la cara con un cuchillo solo por darle la razón a su padre lo que provocó otra discusión de la cual decidió no ser parte para intentar curar su herida, al final si fue al hospital pero bajo la mentira de que estaba jugando con un cuchillo, al final le tuvieron que cojear puntos, el sabe que ellos solo siguen juntos por el pero a veces preferiría que se divorciaran y no pelearan tanto.

William se sentó en la ventana y a lado suyo iba su padre, en unos minutos la voz del piloto empezó a sonar para pedirles que prestaran atención a la azafata para que les diera las instrucciones. El menor no le importó mucho por lo que simplemente se abrochó el cinturón como lo hizo la mujer y se puso a mirar por la ventana, podía ver varios vehículos que llevaban maletas a los aviones y partes del aeropuerto.

De repente sintió como el transporte se movía, ya iban a despegar, se sentía raro era como si una fuerza invisible estuviera actuando sobre el aprisionando, le costaba respirar, quizás era la altura o tal vez está nervioso, muy probablemente, se estaba empezando a hiper ventilar a lo que el mayor lo noto.

–Cálmate, respira despacio, así permitirás que el aire circule más por tu cuerpo– recomendó a su hijo pues ya se le veía algo paniquiado y parecía que se estaba apunto de desmayar.

William le hizo caso a su padre intentó calmar su respiración y con el tiempo lo logró, ya para cuando se dio cuenta, ya no podía ver la tierra sino que ya se encontraban por las nubes, se veía hermoso.

( Uñas horas después)

Se levantó de golpe al sentir como su cuerpo se agitaba, de repente la voz del piloto sonó.

–En este momento estamos en turbulencia por lo que les pedimos encarecidamente que se abrochen los cinturones, no se preocupen pues no será mucho tiempo, pero el uso del sanitario se verá prohibido.–

Genial y justo me dan ganas de ir– viro los ojos hacia nadie y decidió volver a dormir pues aún deberían quedar unas cuantas horas de vuelo.

Mi AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora