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Abrí los ojos lentamente, sintiendo un dolor punzante en la cabeza. Parpadee varias veces, tratando de ver mejor, el sol se filtraba tenuemente por las cortinas, pintando líneas doradas en la habitación.
Me incorporé con cuidado, apoyándome en el borde de la cama. La habitación no me resultaba familiar. Las paredes estaban decoradas de forma diferente, y los muebles no coincidían con el que tenía mi dormitorio. La confusión se apoderó de mí.
─ ¿Dónde estoy? ─me pregunté en voz baja, llevando una mano a mi cabeza, que parecía querer explotar. Intenté recordar cómo había llegado allí, pero mi mente estaba en blanco, como si las memorias estuvieran envueltas en una neblina.
Me levanté con cautela y avance dando unos pasos tambaleantes hacia la puerta. Al abrirla, vi un pasillo amplio y majestuoso, la luz del sol le daba una calidez impresionante, la madera parecía nueva, tenía un estilo de decorado y arquitectura antiguo. Como un set de grabación de la antigua china.
Fruncí el ceño, tratando de recordar cómo había llegado allí. Un recuerdo vago se filtró en mi mente: una discusión acalorada, un destello de luz brillante y luego... nada.
El dolor de cabeza se intensificó, como si mi cerebro intentará que yo no pudiera recordar. Me apoyé contra la pared, sintiéndome desorientado y perdido.
─ ¿Qué está pasando? ─murmuré para mí mismo, tratando de calmar mi dolor respirando con tranquilidad, una extraña sensacion recorrio mi cuerpo desde mi pecho, era cálido y tranquilizador.
Quizá estaba en un hospital antiguo o de lujo, volví a la cama con dificultad y me recoste tratando de calmar mi mente con una meditación, me coloque en postura y me relaje, la sensación volvió a recorrerme por completo.
Fue entonces cuando noté algo extraño. A pesar de estar en un lugar desconocido, no había sonidos de hospital típicos: no había pitidos de máquinas ni murmullos de personal médico. En cambio, el silencio era absoluto, casi irreal. Flotaba en el aire una suave melodía, acompañada por el aroma reconfortante del incienso quemándose.
Me detuve, desconcertado. ¿Dónde estaba realmente? ¿Qué significaba todo esto? La habitación, con su decoración de estilo chino, parecía sacada de otro tiempo y lugar. Trate de volver a levantarme pero un hombre pelirrojo, al verme despierto sonrio con tranquilidad y se acerco con pasos cortos.
La elegancia parecía ser propia de él, su túnica su balanceaba ligeramente con cada paso, llevaba en sus manos un abanico de papel, se detuvo delante mío y llevo su mano a mi frente, dejándome aún más desconcertado.
─ Que bien, ya estas mejor. ─hizo una pausa y continuo ─. A-Xia.
A-Xia.
Xia
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The Dance of Darkness.
FantasyEn un giro inesperado del destino, me encuentro atrapado en el cuerpo del villano de mi novela favorita. ¿Cómo llegué aquí? ¿Podre descubrir que pudo haber pasado si yo no transmigraba? Ahora, con el conocimiento de lo que está por venir, se me enc...