VI. Viaje a Nanyin

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El Valle Xuanwu estaba sumido en un caos extraño, por fuera era aparentemente tranquilo, pero ya desde hace algunos meses, los habitantes habían comenzado a difundir rumores, canciones y odio. La batalla había dejado cicatrices profundas, no solo en la tierra sino en los corazones de los cultivadores. El odio hacia el Clan Demonio era evidente, y el ambiente estaba cargado de resentimiento y furia, los rumores de traición y oscuridad recorrían el valle como un viento amargo.

Los jovenes que habían sufrido la desgracia de nacer en la fecha del único eclipse solar en el año pagaron las consecuencias, su naturaleza demoníaca podría empujarlos a cometer actos atroces, pero no dejaban de ser humanos, humanos con un núcleo de demonio. Incluso, desde sus nacimientos habían sido abandonados a su suerte, en un barrio que ni siquiera podía considerarse como un lugar donde se podía vivir.

Existían varios de esos "barrios", eran los llamados: Infiernos en vida. Cualquier cultivador podía entrar y hacer lo que quisiera sin ningún castigo de por medio, eran crueles, demasiado como para ser considerados los protectores del orden y la justicia.

Uno de esos infiernos se encontraba en una ciudad dentro del territorio del clan zhang, el único clan que no solo compartía frontera con los demonios, ademas, tenia algunos de esos humanos contaminados entre sus calles, en la ciudad del sur de la sede. En Nanyin, no había reglas que los protegieran y moderaran, no habia ni la minima compasion, era esclavos, quizá, pero esclavos libres.

Podían andar sin grilletes, pero eran humillados; hablar, más nadie les haría caso; defenderse, pero seria un delito grave. No eran seres humanos, pero tampoco demonios, nadie los quería, eran despreciados por encontrarse en el medio de ambos bandos, sufriendo lo que los otros no querían infligir directamente en sus enemigos.

Su situación habia empeorado, ya ni siquiera se los veía como algo útil para comerciar, eran simplemente basura despreciable, inútil, sin ningún derecho a opinar muchos fueron enviados a las montañas dentro del territorio demonio, muchos murieron en manos de los que podrían considerar sus salvadores, los demonios no tenían reparos y los humanos menos, estaban atrapados en un limbo del que nunca podrían salir, jamas escaparían, por mas que trataran de vivir en paz, nunca lo lograrían.

Era quizá, una coincidencia desgraciada que a los humanos, las enfermedades por contaminarse con el aliento fétido de la putrefacción de los asesinados los golpearán sin piedad, mientras que a los infelices no les pasaba nada, era extraño y de eso debía encargarse Zhang XiaWei, averiguar porque estaba ocurriendo la peste y sobre todo, realizar su principal propósito, ganarse de antemano al protagonista, que estaba entre los afectados por la locura de los pueblerinos.

Todo estaba listo para su partida, habia recibido una espada comun, que nisiquiera podria ayudarlo a canalizar su energía, era simplemente para matar o defenderse, no tenia espiritu ni voluntad, era inútil, pero valiosa a la vez, los clanes ya habían aprendido la lección, es por eso que armaron a sus discípulos jovenes con espadas inservibles en un combate espiritual, pero un en una batalla de cuerpo a cuerpo.

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⏰ Última actualización: Jul 16 ⏰

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