𝐓𝐎𝐗𝐈𝐂 -𝑹𝒂𝒇𝒆 𝑪𝒂𝒎𝒆𝒓𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄- (𝑂𝑢𝑡𝑒𝑟 𝐵𝑎𝑛𝑘𝑠)

OO3

03 || Hannah, Pope y los problemas detrás

—...y entonces, ¡explotó!

—Eres muy mala en la ciencia, Hannah. —Dijo Pope bastante entretenido con la castaña. Había descubierto que hacer conversación con ella era muy fácil.

—Oye, me lastimas el corazón —dijo ella, sujetandose el corazón—. Pero, estoy bastante feliz de acompañarte. Este club de ricos se ve aburrido.

Este soltó una risa mientras llevaba un encargó. Hannah se ofreció a acompañarlo solo para socializar, pero para cargar algo no.

—¿Tu no venías a este tipo de lugares antes? —pregunto Pope bastante intrigado.

—Si, y era lo peor del mundo. Rafe Cameron molestando cada dos segundos. Viejos molestos y simplemente gente que se cree superior.

—Una verdadera mierda —exclamo el con una mueca.

—¡Pope, yo no te conocía así!

Ambos rieron mientras caminaban. Ya estaban en el lugar para jugar golf. Hannah había descubierto también que Pope era muy agradable, un poco raro si, pero igual de raro que ella. Podían hablar de los temas más raros sin aburrirse. Estaba muy animada.

Hasta que el buen ánimo se esfumó cuando vió a dos hombres que conocía perfectamente. Nada más que Rafe Cameron y ese tal Topper que tenía cara de idiota.

—Hola, que tal. ¿Cuanto cuesta una cerveza? —Le preguntó Rafe a Pope, deteniendolo. Ese desgraciado.

—No están a la venta —respondio el moreno, bastante seco. Intentando alejarse mientras tomaba del brazo a la chica.

—Espera. Puedes darnos una, ¿no? —insistio el castaño.

—No lo toques —Hannah lo fulminó con la mirada, aunque esté ni se inmutó.

—O puedes pedir una, como todos los demás.

La castaña los miraba a los tres en pánico. Otra pelea no porfavor. Ya tenía suficiente con tantos golpes.

—Escucha. Espera. No me estás escuchando. —lo detuvo una vez más el castaño—. Tienes tantas, hermano, y nosotros, nada.

—No son suyas, ya están pagadas —Hannah se acercó amenazante ante Rafe.

—Si, claro ¿Pagadas? Probablemente las robo.

Al ver la mano de la castaña con la de Pope, se enojó aún más y tiró la bolsa, rompiendo todo el contenido.

—¿Qué diablos? Me debés pagar. —Exigio Pope.

—No te debo nada, pogue.

Y así empezó una pelea, los dos chicos forcejeando a Pope mientras Hannah intentaba retener a Rafe, que estaba siendo bastante agresivo.

—¡Para, hijo de puta! ¡No lo toquen! —gritaba Hannah—. ¡Topper, déjalo!

Pope cayó fuertemente al suelo y ella en ese mismo momento le encajo un puñetazo en la mejilla a Topper. Y empujó a Rafe que se acercaba amenazante a el moreno.

—¡No te metas en esto, Hannah! —le gritó el castaño.

El herido chico en el suelo, se levantó intentando golpear a Rafe, pero recibiendo otros dos golpes.

—¡Están locos! ¡Sueltame Topper! -Chillo Hannah—. ¡Desgraciados! ¿Que tienen la cabeza, estos clubes aburridos les pudrió la mente? ¡Paren, hijos de put...!

Gracias a la cortesía de Topper, Hannah tenía otro golpe a su lista. El rubio bastante irritado, con ira ciega por los gritos le pegó un puñetazo en toda la cara que la dejó bastante aturdida en el suelo, oyendo un pitido infinito. Sintiendo la sangre que salía de su nariz, el sabor metálico en su boca. Aun así, sin siquiera saber dónde estaba, se arrastró hacia Pope. Quien yacía bastante adolorido y con sangre a su lado.

—¡A ella no! —salto inmediatamente Rafe—. ¿Qué mierda te pasa?

—¡Basta Rafe, vamos!

Rafe como un psicópata, alzó el palo de golf frente a Pope y luego le dio a su lado. Riendo como un loco.

—¡Vamos!

—Espera —el castaño se acercó al suelo donde Hannah— oye tú, ¿Estás bien?

Topper lo miró horrorizado.

—¡Aléjate! —le grito ella con lágrimas en los ojos, si, le dolía bastante. Y pensar en el dolor de Pope la ponía peor—psicópata de mierda. Le voy a contar a tu padre todo lo que haces a escondid...

Un sonido sordo se escuchó de repente, ya que, Rafe le había pegado una cachetada a la chica, que cayó al suelo otra vez. Ya nisiquiera sentía su cara. Nisiquiera tenía sus sentido. Solo podía reconocer la sangre.

—¡Rafe, déjalos! —Le empujó el rubio.

—No digas nunca más eso Hannah —le respondió en un susurró Rafe, mirandola con algo de arrepentimiento—. Lo siento, tengo que irme.

La chica solo cayó de espaldas, a un lado de Pope, que solo soltaba pequeños quejidos. Y ella hizo lo mismo, soltó pequeños quejidos adoloridos mientras Topper solo los miraba, asustado. Hannah apesar del dolor, esperaba de todo corazón que a Pope no le doliera tanto. No pudo nisiquiera ayudarlo ni pelear.

—¿Quieres cerveza, hermano?