!! , 06

737 85 28
                                    

Matías caminaba en el supermercado con Hannah de la mano, vio a todos lados antes de entrar a ese pasillo y se detuvo frente a ese estante lleno del mismo producto pero de diferentes marcas. Apretó un poco la mano de su cachorra, esta solo levantó su cabeza para ver el rostro de su madre.

— Papá no debe saber Hannie, ¿recuerdas?— la niña asintió— Prometemelo— la niña levantó su mano y le mostró a Matías su meñique, el omega enredo su dedo con el de su cachorra.

La niña ayudó a Matias a cargar varias de las cajitas, llevaban diez cajitas en total. Matías como doctor no confiaba demasiado en esas pruebas de embarazo, pero sería más rápido y menos obvio que una prueba de sangre.

Había cambiado mucho en esos tres años, su cachorra ya estaba en primaria, Enzo había tenido dos ascensos, se habían mudado a una casa a unas cuantas cuadras de donde habían vivido por dos años. Fueron tantos cambios pero Matías jamás había estado tan nervioso como ahora.

Aún faltaba al menos una hora para que Enzo volviera del trabajo. Así que después de hacer lo debido en las pruebas, las extendió en la encimera que rodeaba el lavamanos. Sentados en el piso esperando que la alarma de su celular sonara.

Cuando eso pasó, Hannah volteó a ver a Matías quien movía sus piernas con nerviosismo. La cachorra detuvo la alarma, se levantó del piso y fue por una de las pruebas tratando de leerla, pero no pudo.

— ¿Qué dice mami?— Matías tomó la prueba y leyó lo que decía— ¿Mamá?—

— Positivo— murmuró, la cachorra dio varios brincos de emoción y salió corriendo del baño.

Matías gateo apresurado hasta el mueble del lavamanos, se levanto recargando sus manos en el mueble y empezó a leer cada prueba que marcaban positivo. El omega llevo una de sus manos a su vientre bajo y río, algunas lágrimas de felicidad escaparon por sus ojos.

Salió del baño y fue abrazado por su cachorra, a quien cargó en sus brazos, estaba tan emocionada por ser  hermana mayor de un pequeño cachorrito.

Ambos escucharon la puerta de entrada ser abierta y de inmediato se callaron, Matías bajo a Hannah y ambos se trataron de arreglar un poco, como si pudieran ocultar la emoción, acordaron silenciosamente en bajar las escaleras.

— Ustedes parecen sospechosos— fue lo primero que dijo Enzo al ver a su familia. Hannah compartió una mirada cómplice con Matías— ¿Van a decirme que pasa?—

— ¿Quieres saber que pasa?—

— Creo que mi petición fue bastante obvia—

— ¿Qué petición?—

— Omega, basta, deja de hacer eso—

— ¿Hacer que?— Matías siempre hacia eso cuando no quería decirle algo a Enzo.

— Tu sabes que, dime que pasa— Hannah camino con sigilo hasta estar en el baño para poder esconder todas las pruebas de embarazo.

Matías salto para envolver sus piernas en el torso de su alfa y las manos alrededor de su cuello. Lo abrazo con fuerza, imaginando lo emocionado que estaría su alfa al saber que esperarían otro cachorrito.

Enzo por su parte, había colocado sus manos en los muslos del omega para que este no cayera. Sintiendo la nariz de su chico paseándose libremente por su cuello.

— ¿Amor?—

— Todo está bien, te lo diré pronto— Enzo sonrió sabiendo que Matías jamás le ocultaria un secreto por mucho tiempo.

                           . ★ .

Enzo se levantó bastante temprano ese día, Matías estaba acostado a su lado, una de sus manos sobre su vientre. Enzo sonrió al imaginarse a su omega en ese estado. Enserió le gustaría ampliar la familia.

𝗣𝗨𝗣𝗣𝗬  ||  𝗺𝗮𝘁𝗶𝗲𝗻𝘇𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora