1. El Pueblo de los demonios.

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Al divisar a lo lejos la iglesia, Felix se sorprendió al notar su apariencia abandonada. Estaba claro que las personas en este pueblo no eran particularmente religiosas. Aceleró el paso, arrastrando consigo la pesada maleta de color gris que contenía sus pertenencias. Mentalmente agradeció haber tomado la decisión de no llevar puesta su túnica de sacerdote, ya que el calor era inhumano.

Al llegar a la entrada principal, escudriñó a su alrededor, tratando de divisar a una persona en particular, pero no logró captar a nadie de inmediato. En ese momento, una voz desconocida lo sacó de sus pensamientos.

—Hola, tú debes ser Felix, ¿verdad? —Lee Felix se sobresaltó y giró sobre sus talones para enfrentar al extraño. Era un hombre de su misma estatura, rubio, con piel canela y ojos color miel. Sus mejillas eran regordetas. A pesar de su atractivo, emanaba ternura.

Parecía tener la misma edad que Felix. Su vestimenta era sencilla, llevaba un suéter de cuello tortuga negro azulado, unos pantalones cargo oscuros y zapatos de vestir, aunque lo que más desconcertó a Felix fue ver que estaba abrigado, a pesar del insoportable calor. Pero no parecía afectarle.

—Lo lamento, no quería asustarte. —agregó el desconocido, extendiendo su mano para darle a Felix un amistoso apretón. -Un gusto, soy Han Jisung. Encargado de enseñarte los alrededores.

—Oh. —respondió Felix, aceptando rápidamente su mano para estrecharla. —El gusto es mío. Supongo que sabes mi nombre y el por qué estoy aquí.

—Exactamente, mi estimado Lee. -asintió Jisung. —Y también sé que vienes con compañía. ¿Me permites preguntar dónde está tu hermano menor?

¿Hermano menor? Felix vaciló por un momento, hasta que una alarma sonó en su cabeza. —Minho... Oh Jesús, olvidé que venía conmigo. —confesó Lee.

Jisung solo sonrió divertido mientras Felix, alarmado, buscaba a su hermano con la mirada. Hace un rato estaban juntos, ¿cómo pudo suceder esto?

—A todos nos suele pasar, no te agobies. —agregó Jisung. —Más bien, si mis cálculos no fallan, ese chico por allá debería ser tu hermano.

Jisung señaló con el dedo a un chico con un gorro cubriendo su cabello azabache mientras caminaba tranquilamente. Felix sintió alivio al ver que era Minho.

—Sí, ese es mi hermano. ¿Cómo...?

—¿Cómo lo supe? —interrumpió Jisung. —Fue fácil considerando que es el único chico que lleva una enorme maleta morada con estampados de gatos. Eso solo lo llevaría un chico de la ciudad. —bromeó Han.

Felix ahogó una carcajada, porque estuvo de acuerdo con Han. Solo su hermano llevaría una maleta tan extravagante.

Sintió cómo Minho se detuvo justo a su lado. —Hyung, caminas demasiado rápido. Me dejaste solo unas cuadras atrás. Tuve miedo de perderme, ¿sabes? —reclamó el menor.

—Saluda primero. Cuáles son esos modales, Minho. —advirtió seriamente el mayor de los Lee.

Minho reaccionó mirando a Jisung, y este le dedicó una sonrisa juguetona de lado.

—E-eh, soy Lee Minho. Mucho gusto. —se inclinó haciendo una reverencia casi de 90 grados. Felix se preguntó en su mente por qué Minho parecía tan nervioso de repente.

—Han Jisung. Encantado. —respondió Jisung, mirando de arriba abajo a Minho con una sonrisa.

El mayor de los Lee, se sintió un poco incómodo por la extraña tensión que se formó en el ambiente.
Decidió cortarla de inmediato, por el bien de todos.

—Joven Han -llamó, haciendo que el nombrado emitiera un sonido afirmativo al escuchar. —¿Podemos hacer el recorrido ahora? —cuestionó el mayor.

Líbrame De Tu Mal ★ Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora