2. Problemas en el infierno.

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Sus pasos eran acelerados pero firmes, sus manos estaban hechas puños, sus alas negras erguidas combinaban con su traje y zapatos oscuros. Su mandíbula estaba tensa y sus ojos eran completamente rojos por la furia. Mientras avanzaba, su mirada desafiante ahuyentaba a todos los que se cruzaban en su camino, dejando en claro que no era momento de desafiarlo.

Todos los presentes evitaban mirarlo o acercarse demasiado, conscientes de que nadie debía estar cerca de él. La última vez, casi mata a alguien que intentó contradecirlo, y sus ojos estaban igual de rojos. En ese momento, descargó todo su enojo y no descansó hasta hacerlo gritar clemencia.

En el infierno, el rojo significa una cosa, Peligro. Todos los demonios le temen al portador de ese color rojizo en sus ojos.

Si los ojos son el reflejo del alma, pudiéramos decir entonces que el alma del heredero está completamente hecha de maldad. Cuando el heredero del infierno está enojado, es como una mecha sin fin, que no parará hasta que todo arda en llamas.

Su furia no sabe de límites. Y la mayoría comparten la opinión de que es mejor arder en las llamas del infierno que arder por la furia de Hwang Hyunjin.

Un golpe en secó resonó por las paredes cuando la puerta fue abierta de repente. Todos los presentes desviaron su mirada y se encontraron con esos horripilantes ojos rojos, su mirada hizo que cada uno de los demonios presentes se encogieran en su sitio y bajarán la cabeza para no hacer contacto directo con Hwang.

—H-hæn, lo estábamos esperando...—con toda la valentía Jeōny, un demonio de bajo rango, decidió cortar el silencio aún con su mirada baja, sus palabras salieron débiles y su cuerpo tembló cuando los ojos de Hyunjin lo miraron fijamente.

— ¿Dónde está? —cuestionó Hwang y su voz salió más grave que de costumbre haciendo que todos temblaran en su sitio.

—B-bueno... Han....

— ¡HABLA DE UNA MALDITA VEZ! —gritó Hyunjin sintiendo acabar su paciencia.

—Logramos localizar a Han Jisung, está escondido en el mundo humano. —agregó Jeōny, mirando con terror la expresión ahora de Hyunjin. —Está en el pueblo Ziriak.

—De todos los lugares que pensé, jamás me imaginé que Han buscaría refugio en ese pueblito. —los ojos de Hyunjin seguían del mismo rojo intenso, pero ahora una sonrisa burlona adornaba su rostro.

Hyunjin caminó con gracia hasta su trono y tomó asiento cruzando sus piernas. —Cuéntame más... quiero saberlo todo. —cruzó los brazos en su pecho, mientras miraba divertido la situación.

Jeōny, por su parte, se encontraba intimidado por la figura autoritaria de Hwang.

—B-bueno... según la información de Ziriak, Jisung se encuentra viviendo allí aproximadamente 6 meses desde que escapó. Actualmente ese pueblo tiene mala fama, por lo que llegamos a la conclusión de que Han buscó esconderse allí para pasar desapercibido.

—Este Han... siempre fue un pillo, ¿Verdad? —bromeó Hyunjin con un demonio parado cerca de él, llamado Wēn, el menor de todos y el más asustado. Asintió rápidamente, mirando a Hyunjin nervioso.

Hyunjin por su parte, soltó una sonora carcajada. —Bien, bien. Prosiga.

Jeōny asintió. —Jisung ha estado frecuentando a una persona...

— ¿Quién...? —cuestionó Hyunjin con curiosidad.

—Yang Jeongin. —Hwang frunció el ceño.

Yang estuvo todo este tiempo encubriendo a Han. Le mintió todas las veces que le preguntó su paradero. De todas las personas jamás pensó que Yang Jeongin traicionaría así su confianza.

Líbrame De Tu Mal ★ Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora