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Ahí seguían, tanto el pelirrojo como la azabache, en esa sesión de besos tan esperada por ambos, hasta que la última mencionada se separó para decirle.

-Espera- beso- Kiri- beso- Hey- dijo tomándole las mejillas.

-¿Qué pasa?- dijo con un pequeño puchero por ser interrumpido, gesto que hizo reír tiernamente a la chica.

-Aún no estudiamos biología y química- recordó de manera burlona.

-Pero... aghh- hizo más grande su puchero al saber que no volvería a probar esos labios en un tiempo.

-Bien, empecemos por esto primero- dijo tomando un cuaderno.

~•~•~•~

-Listo, ¿Tienes alguna otra pregunta?

-Solo una- dijo Kirishima sonriendo juguetonamente, gesto que la chica no percibió por estar viendo el cuaderno.

-Dímela.

-¿Cuando nos volveremos a besar?- dijo haciendo sobresaltar a la chica y sonrojandola.

Definitivamente ya no quedaba nada de aquel chico nervioso que pasó por su puerta hace un par de horas.

-¿Eh?- cuestionó un poco desorientada debido a la sorpresa.

-Ya terminamos, ¿no?- seguía esa sonrisa que a la chica le empezaba a encantar.

-Pues.. s-si.

-Bien- dijo para luego empezar con una nueva sesión de besos.

Tiempo después estaban en el sofá para más comodidad de sus sesiones en las que ninguno podía parar, ya que no querían desaprovechar esa oportunidad que tenían, es decir, ¿Cuando puedes besar por tanto tiempo a la persona que te gusta? Si, muy pocas veces.

Todo estaba perfecto hasta que se escuchó cómo unas llaves empezaban a abrir la puerta.

-Mierda- dijo la chica separándose bruscamente del pelirrojo para levantarse e ir rápidamente a la mesa para acomodar las cosas.

-¿Qué?- dijo parándose lentamente del sofá.

-Ven, tienes que irte ¡Ya!

-¿Por qu- lo interrumpió una voz desconocida para Eijiro.

-¿____?- preguntó aquel azabache al entrar a la sala.

-Hola papá- dijo riendo nerviosamente. El pelirrojo tragó en seco al escuchar esa última palabra.

-¿Quien eres tú?- su mirada se dirigió amablemente al que parecía ser amigo de su hija.

-A-amm, soy Kirishima Eijiro, señor. Mucho gusto- dijo inclinando su cuerpo levemente.

-Oh, yo soy Nakamura Aoto, un placer Kirishima-kun.

-Kirishima es un amigo de la escuela- empezó la chica- estábamos estudiando para los exámenes que tendremos la otra semana- siendo apoyada por el pelirrojo a su lado, quien asentía lentamente con su cabeza.

-De acuerdo, ¿Te quedarás a cenar, Kirishima-kun?- preguntó el mayor, tomando por sorpresa a ambos estudiantes.

-No quisiera ser una molestia- dijo nervioso sin saber que hacer.

-Para nada, mi esposa no demorará mucho en llegar, estoy seguro que le encantará conocerte- dijo sonriendo muy amable.

-D-de acuerdo.

~•~•~•~


-Y entonces empezó a llorar- dijo la fémina mayor para empezar a reírse junto a su esposo y el amigo de su hija.

-¡Ya basta!- dijo avergonzada al ser expuesta de esa manera frente al chico que le gusta- no es gracioso.

-Claro que si- le respondió el pelirrojo sin contener sus carcajadas.

-Ay no- dijo la azabache menor con una fingida tristeza mirando a su amigo- ya es muy tarde, será mejor que Kirishima se vaya a su casa.

-Tienes razón- la chica sonrió orgullosa mirando a su progenitor- dime dónde vives y te llevamos para seguirte contando- terminó chocando las palmas con Eijiro, haciendo decepcionar a la más pequeña.

-¡Papá!

-Ya ya, está bien- intervino su madre- mejor vamos.

Al llegar a la casa del pelirrojo la chica lo acompañó hasta la puerta para despedirse, mientras sus padres los esperaban en el auto.

-Tus padres son geniales, Nakamura-san.

-Si- pensó un poco- Kiri.. puedes llamarme ___ si gustas, creo que hoy ya creamos bastante confianza entre nosotros, ¿no crees?- le dijo burlonamente.

Sonrojado el pelirrojo le respondió- Cla-claro, tu también puedes llamarme Eijiro.

-Está bien, entonces nos vemos mañana Eijiro- se acercó para darle un beso en la comisura de sus labios. Este gesto hizo que la cara del pelirrojo tuviera el mismo color de su cabello.

-B-bien, hasta mañana linda- ahora la sonrojada era la contraria, cosa que hizo sentir orgulloso al chico.

Ambos se despidieron con sus manos mientras la chica entraba al auto de sus padres y Kirishima a su respectiva casa.

-Me gusta ese muchacho- dijo su mamá- es un gran candidato para ser tu pareja, hija ¿no crees?

-¡Mamá!

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Desde esa tarde (Kirishima Eijiro x tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora