2. Disturbed minds (origins)

21. Estás orgulloso de mi?

Está el niño de lentes en el suelo pecho tierra ejerciendo presión con el rostro mientras los brazos le temblaban.

Thomas estaba parado a lado suyo.

Sellers- solo te estoy pidiendo que hagas una, vamos. Tienes que poder hacer por lo menos una.

Tiempo después...

Sellers también me hacía daño, Siempre que hacía algo mal, recibía un castigo.

Se ve el niño dormido parado entre dos paredes al ras de su cuerpo (una pared a cinco centímetros de su espalda y la otra a tres centímetros de su pecho y su cabeza recargada en la pared.

Entonces se escucha un cerrojo abrirse y un hombre le avienta un valde de agua fría en la cara y el niño se despierta asustado y con frio.

Sellers- ¿Como estuvo tu noche en el calabozo?

Chico- - no pude dormir en toda la noche por el cansancio en los pies, asía mucho frio, y las paredes, las paredes están muy frías también.

Sellers- Espero que hayas aprendido tu lección.

chico- La aprendí señor, no volveré a dejar mi plato sucio después de la merienda, lo prometo.

El hombre asiente serio y se mueve de la entrada para que el niño salga.

Sellers- bien, puedes salir.

Y dependiendo de la gravedad del error, era el castigo que recibía.

Estaba el niño parado bajo el sol con un ladrillo en cada mano en posición de cruz.

Y tras él estaba parado Sellers con un látigo en la mano.

chico- ¿Cuánto tiempo falta?, ya me cansé.

Sellers- Aun no terminamos.

Las manos del chico comenzaron a bajar un poco

y antes de que continuaran bajando, Thomas le dio un fuerte azote en la espalda.

Thomas- Te dije!! que aún no terminábamos.

Sellers me lastimaba, pero está bien, yo cometía errores y tenía que pagar por ellos. Sé que nada es gratis en esta vida, pero a diferencia de mi anterior padre, este se balanceaba entre los castigos y las recompensas.

estaba el niño en el suelo realizando flexiones.

Frente a él había una mesa de madera.

Encima de la mesa había una jarra de agua con hielo y junto a la jarra dos vasos de vidrio vacíos.

Junto a la mesa estaba Sellers sentado observando serio al niño

chico- noventa y cinco...

Noventa y seis...

Noventa y siete...

Noventa y....

Ocho...

El niño cae al suelo y se queda tirado sin levantarse muy cansado.

Chico- Señor, ¿puede darme mi recompensa ahora?

Sellers- claro.

El hombre toma la jarra, llena un vaso y se lo lleva al niño que está en el suelo.

El niño se levanta sediento y cuando acerca su mano pata tomar el agua, el hombre quita el vaso y se toma el agua.

Sellers- haa, está fresca.

Entonces el hombre regresa a su silla y se sienta.

El niño se queda serio con la mano extendida y algo de sudor en la frente.