[•.𝑴𝒀 𝑨𝑫𝑶𝑹𝑨𝑩𝑳𝑬 𝑭𝑬𝑳𝑰𝑵𝑬.•] [¿𝚂𝚊𝚗𝚣𝚘 𝙾 𝙻𝚊𝚠𝚣𝚘?]

[∆16]

—La tarde empezaba a caer, un hermoso color morado mezclado con rosa se empezaba a formar en aquel hermoso cielo, las luces de todo el pueblo se empezaban a encender y en cierto parque de diversiones de aquel pueblo se encontraban tres chicos disfrutando de dichas atracciónes.—

    – Roronoa, ten.
—Hablo Killer llamando la atención del mencionado el cual este dió vuelta. Zoro, el cual al ver lo que el de cabellera dorada tenía en la mano sonrió levemente.
Killer tenía en mano una manzana acaramelada.—

   – Gracias.
—Agradece Zoro recibiendo aquella manzana la cual lo llevo a sus labios a dar un lamió de estos.—

   – Ahg, es demasiado dulce.
—Comento Kid el cual le había dado una lamida ala manzana acaramelada que tenía Zoro en mano.—

    – Por eso no te compre uno.
—Soltó el de cabellos dorados el cual también tenía en mano una manzana acaramelada la cual después de soltar tales palabras procedía a darle una lamida a esta mientras que Kid empezaba a molestarlo..—

—Zoro, el cual al ver aquella ecena que le pareció graciosa solto una pequeña risa paraluego empezar a darle nuevas lamidas a aquella manzana que tenía en mano.—
  (Kid tiene razón, está demasiado dulce-..)

—Comento el de cabellos verdes entre pensamientos para luego ser nuevamente llevado por aquel peli rojo y rubio a aquellos juegos y este sin poner resistencia prosiguió a seguirlos sin reproche, fue al contrario, sonrió pues estaba disfrutando de aquel "escape" que se dió.—

—En otro lado, en el Thousand Sonny hacia una Nami totalmente enojada la cual está estaría regañando a aquellos dos chicos que serían los que acompañaban al peli verde que ahora estaba "perdido", o que ellos creían.—

    – ¡Estaba con ustedes no puede que ser que desapareciera de la nada!
—Gritaba Nami totalmente enojada, uno, habían perdido de vista al Zoro, dos, habían comprado los servicios equivocados.—

   – Nami-san, te juro que estaba atrás de nosotros pero cuando fuimos a pagar ya no estaba!!
—Justificaba Sanji estando de rodillas en el suelo cubriendo de un próximo golpe de aquella hermosa peli naranja.—

   – El tiene razón, solo nos descuidamos unos segundos, Nami-ya, sabes cómo es Zoro-ya, un descuido y ya no está.
—Comentaba Law el cual hacía de la misma manera en el suelo, lo contrario, era que este estaba sentado ya con un golpe en la cabeza por parte de la chica.—

  – Maldita sea con ustedes, no pueden ir tranquilos los tres porque ustedes dos salen con sus peleas infantiles. No debí dejar ir a Zoro con ustedes pero si no lo hacía terminaban rompiendo todo.
—Exageraba algo si, pero en algo tenía razón, si Zoro no se había hizo estos habían discutido o peleado en pleno centro o en plena tienda y dinero no hay para estar pagando los daños.—

     – Pero Nami-san, el marimo volverá por su cuenta, siempre lo hace, y si no regresa en unas horas yo y Trafalgar nos vamos a buscarlo.
—Comentó Sanji mirando a la peli naranja.—