Abril 9 del 2024
Si me mencionan tu nombre, lo más probable es que haga una cara de desagrado, pero no porque me desagrades tú, sino porque me desagrada no tenerte cerca. Ya ha pasado un tiempo desde que hablamos, un tiempo desde que te volviste a ir sin decir nada evitando algún reclamo, no te niego que me dolió, y mucho, me dolió ver como te fuiste de nuevo sin darme explicaciones o razones, me dolió que hayas estado tratándome tan bien y enamorándome como si fuera la última vez, pasa luego irte con alguien más como si yo no importara, eso dolió. Me hiciste sentir estúpida, sinceramente, estúpida porque me ilusione, me ilusione con tus palabras bonitas, con tus piropos, con tus llamadas, con cada cosa tuya que solo hacía que te amara más y más, y me siento estúpida porque sigo amando cada una de esas cosas a pesar de todo. A veces me siento tonta por hablar de ti con amor, por seguirte viendo como la persona grandiosa que eras cuando estabas conmigo y que seguro sigues siendo, solo que no para mí. Pero es que no le veo el caso a odiarte después de haberte amado tanto, después de que me hayas regalado los mejores días y las mejores noches, después de que hiciste mi corazón y mi alma vibrar como nunca lo habían hecho con nadie, además de que nunca podría odiarte.
Se que ahora mismo me odias, aunque no sé el motivo por el que lo haces, que no quieres saber nada de mí y que no me quieres en tu vida bajo ninguna circunstancia, todo esto mientras yo muero por hablarte siquiera un segundo, por saber de ti y verte así sea un minuto.
Con ella te ves feliz, o eso parece, aunque mis amigas dicen que eso no es lo que se ve y que en realidad no lo eres. Me pregunto si pensarás en mí, si a veces se te cruza por la mente mi nombre, mi rostro, mi cuerpo, mis ojos, aún amas mis ojos o ya tienes unos nuevos que amar? Mis amigas dicen que seguro me piensas y que con ella no eres feliz, que no la amas, creo que lo dicen porque ya no quieren verme más en una cama tirada como lo han hecho los últimos veces desde que te fuiste, creo que les ha dolido más a ellas que a mí.
Quiero que seas feliz, eso no lo niego, y también si es posible más feliz de lo que fuiste conmigo, no quiero ser egoísta porque sé lo caótico que fue lo nuestro al final, pero siempre hubo felicidad. Sé feliz con ella, ámala, pero por favor, no la ames más que a mí, no ames sus ojos más de lo que amaste los míos, no ames sus labios más de lo que amastes los mío, no ames su cabello más de lo que amaste el mío, no ames su risa más de lo que amaste la mía, porque yo a nadie más amaré como te ame a ti, y nunca lo haré.
