IV. Salgamos de la Rutina

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Algo está sonando… lo busca con su mano para apagarlo, pero no lo encuentra, se desespera y se levanta lo más rápido que su cuerpo se lo permite, se marea obviamente, no tiene ni idea de como llego al garaje, recuerda a muchas chicas encima de él, estuvo con dos morenas, recuerda que uso muchos condones, también recuerda haber bebido mucho más después de eso, unas horas más tarde condujo a una velocidad tan alta que ni siquiera los policías hicieron el intento por alcanzarlo, o tal vez conocían quien era, lo que fuera no lo detuvieron y ahora está que se muere de un dolor horrible, su cabeza nunca le había dolido tanto.

Vuelve a sonar ese Ring de su celular, lo ubica y su primer impulso es lanzarlo por la ventana, pero se detiene… se talla los ojos con la mano y decide contestar aunque no reconoce el numero que marca

– ¿QUE?- corto y simple su cabeza no da para más.

– Estás vivo por lo menos…- escucha la voz de alguien conocido, pero no sabe porque Jisung le hablaba por teléfono, es más, ¿desde cuando tiene su número?

– ¿Por qué tienes mi número? y ¿qué haces llamándome a esta hora? - ya amaneció y hace buen sol, solo que es demasiado temprano para él o al menos para la hora en la que acostumbra levantarse cuando bebe.

– Ignora eso, solo le hago un favor a Hyung, ¿supongo que estás en algún lugar del taller no?- sabía que esto tenía que ver con Jeno… en cuanto huyó del hospital se fue al lugar de las carreras, pero ese día no habría ninguna, así que fue a un club y se perdio ahi hasta las 4 am, supone que regresó como a las 7 am, ignoro su celular en todo ese transcurso, le sorprende que aun tenga algo de batería.

– Dile a Jeno que no necesito que rectifique que esté vivo, adios-  cuelga sin más, no está para estar soportando a nadie a las… ¿qué demonios?  10:00 am, ¿por qué carajos le llaman tan temprano?, niega con la cabeza y se levanta del sillón del que se encuentra, sabe que es inmaduro que se escondiera de Jeno de esa forma, pero en su defensa, no necesita que lo anden cuidando ni estar notificando su ubicación a nadie.

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– Que tiradero… - okey si me pase, aqui ya esta entrando mucha luz, mejor subiré a mi habitación, pero recuerdo que el coche en el que venía era nada más y nada menos que mi hermoso Torino y me asustó de que este tuviera alguna rayadura, así que como un rayo salgo de la parte trasera donde me encontraba, era un viejo cuarto que ocupaba el servicio para descansar cuando no había mucho movimiento en el taller, corro a la parte donde estaciono mi amado bebé… las rejas están abiertas, pero el auto esta dentro, suelto poco de aire, lo meti al revés, pero al menos creo que lo traje en una pieza.

– ¡Que idiota!- me reprendo, no me importa mucho cómo me comporto, pero no me gusta estropear mis autos y menos a mi bebé.

– Al menos sabes que lo eres.- escuchó su voz detrás de mí, lo ignoro mientras sigo inspeccionando mi auto. 

– No tiene ningún rayón de milagro, pero sí bastante desgaste en las llantas y también estaba bastante sucio por dentro, antes no encontré condones dentro de él.- dice con cierto tono ¿burlón?, no se que busca con esto, ademas que sabe que yo no follo en mi gran torino, he subido a un par de damas en mis autos, las he tomado en terrenos baldíos, pero jamás dentro de mis autos, es más nunca he subido a algún descosido a mi Gran Torino a lo mucho a Park y eso fue en una ocasión muy pero muy peculiar, pero de ahi en fuera nadie es digna de ser montada en mi Gran Torino, el dia en que yo folle a alguien en el, ese dia sera mi fin.

– Ok, estas muy molesto como para no contestarme algo para defender que en tu auto no harías esas indecencias… pero dame la oportunidad de explicarme… por favor. - Yo suspiro, en serio no puedo con esto ahora, ni ahora ni nunca, solo vuelvo a negar y trato de salir del lugar a pie, pero Jeno me detiene del hombro de nuevo.

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