Bello coincidir (Roier y tú)

Capítulo 20

Como fue de esperar, Rivers me preguntó sobre la cita.

Me preguntó si lo disfruté, qué pasó, qué me dijo Roier, etc. Yo tuve la confianza de contarle cada cosa, y la verdad sí me esperaba la reacción que tuvo cuando le dije que aún no éramos novios, sin embargo, lo entendió una vez que se lo expliqué.

Cuando terminamos de hablar, sólo me fuí a desmaquillar, lavar la cara y caí rendida en la cama.

Al día siguiente, desperté extrañamente temprano y demasiado fresca. Creo que me encontraba de muy buen humor, ya que al entrar al baño y verme el espejo, no pude evitar sonreír; estaba recordando la noche anterior y aún no me la creía, pero aunque hubiese sido un sueño, fue uno demasiado hermoso. Normalmente comenzaría a entrar en ansiedad ante los miedos de que, como aún no somos novios, él pudiera empezar a fijarse en alguien más, sin embargo, en esta ocasión no quería permitir que esos miedos me invadieran y arruinara esto.

Pese a que, de cierto modo, estamos en un periodo para posteriormente formalizar, quería poder disfrutarlo sin importar qué pase después. 

Hice mi rutina normal de la mañana y salí del baño. Rivers seguía dormida, así que simplemente me tiré en mi cama, me puse mis audífonos y entré a youtube. Sólo estuve poco tiempo viendo un video cuando veo una notificación de whatsapp aparecer en la parte superior de mi pantalla. No alcancé a ver quién era, pero al entrar a la aplicación, ví que era un mensaje de Roier.

"Buenos días, linda. Espero que hayas tenido una buena noche".

Al ver su mensaje, mis mejillas se ruborizaron. Mi corazón comenzó a dar brincos de emoción. Me apresuré a abrir el mensaje y contestarle.

"Buenos días 🤭 la verdad sí la tuve, y tú?"

Después de enviar ese mensaje, me quedé mirando el techo con una sonrisa mientras presionaba mi celular contra mi pecho. Probablemente parecía una adolescente enamorada, pero justamente así se sentía.

Probablemente es culpa de que nunca viví mi romance adolescente, y por eso ahorita estaba actuando como tal. Daba un poco de miedo, ya que no quería que la emoción nublara mi vista en caso de que algo pasara, pero...

*Ay, __________, ¿es en serio?, ¿te vas a poner a pensar ahorita de manera pesimiste?*

De inmediato mi propia cabeza me habló. Hace unos momentos en el baño me estaba diciendo a mí misma que mis miedos no me harían dejar de disfrutar esto y, sin embargo, ya comencé a pensar en que algo malo puede pasar.

*Qué horror. Es muy difícil mantener un equilibrio entre no perder los pies del suelo para llevar una relación estable, y pasársela con miedo a que pasen cosas malas. ¿Cómo lograré mantener ese equilibrio?.*

Seguía pensando en eso cuando me llegó otro mensaje. De nuevo era Roier. Comenzamos a hablar sobre porqué estábamos despiertos desde temprano, qué tal descansamos, y demás cosas.

Decidimos ir de nuevo a desayunar sólo nosotros, aprovechando que los demás seguían dormídos. En esta ocasión fuimos a buscar otro lugar para comer, por lo que también fue un momento para platicar más y convivir.

Como preferimos tener un día calmado, esperando que nadie nos interrumpiera en el caso de que nos identificaran a alguno de los dos, llevamos cubrebocas. Fue algo sofocante por el calor que estaba haciendo, sin embargo, lo pude tolerar. De igual manera compramos agua en lo que caminábamos, pero una vez llegamos a un lugar, pudimos estar más cómodos y frescos por el aire acondicionado.

Todo transcurrió bien. Pasamos un buen rato y comimos muy rico. Para nuestra sorpresa, nada pasó; incluso al salir simplemente regresamos sin ponernos el cubrebocas y sólo estábamos concentrados en disfrutar de nuestra compañía, o al menos así yo lo sentí.