Bello coincidir (Roier y tú)

Capítulo 7

El tamaño del impacto por la noticia se describió en el largo silencio que tuvimos, por lo que el doctor continuó hablando.

- Lo mejor sería que por esta noche te quedes en observación. Necesitamos controlar la temperatura ya que estás en 38.2°C. - decía mientras revisaba mi expediente - y por ustedes - se dirigió a Masti y Lilly - ¿en todo momento usaron cubrebocas al ir por ______?

- Sí, todo el tiempo - contestó Lilly

- De acuerdo, entonces por ustedes, pueden ir a casa, sin embargo, si es posible mantengan una cuarentena de al menos 3 días, sería lo adecuado. La meningitis bacteriana, lo que es este caso, presenta síntomas a los 3 días, pero pueden empezar a contagiar desde antes. Por cuestiones de trabajo, les puedo dar la nota notificando el porqué deben mantener cuarentena.

Mientras el doctor daba indicaciones, no sé si me estaba mareando de la impresión o por lo mal que me sentía.

Al final, sí me quedé internada. Masti y Lilly se fueron, pero me dijeron que estarían pendientes del celular por si les mandaba algún mensaje o les llamaban del hospital.

En cuanto ellos se fueron, ya no supe qué pasó, ya que me quedé dormida.

En un momento, comencé a ver cosas. En principio me sentía bien; era parte de todo lo que estaba viendo y lo que me rodeaba. Me veía de niña y feliz, jugando con muchos niños, pero había un niño más grande. En un momento, todo se empezó a oscurecer. Me sentí con miedo y quería correr de ahí. Alguien me tomaba del brazo tan fuerte que sentía como si doliera de verdad. Muchas manos salieron de entre la oscuridad y comenzaron a pasar por todo mi cuerpo hasta cubrirme por completo.

Me desperté de golpe muy agitada. Estaba empapada en sudor y mi corazón estaba latiendo tan rápido que los aparatos que me habían puesto emitieron una alerta y de inmediato llegaron algunas enfermeras con mucha protección ya que, al parecer, sí soy muy infecciosa.

- ¿Te encuentras bien? - preguntó una de ellas mientras revisaban los aparatos y comenzaban a tomarme la temperatura.

- Sí... Sólo... Tuve una pesadilla... - dije bastante agobiada.

- Es normal - me mostró el termómetro que estaba en 38.3°C - la temperatura alta puede causar pesadillas o una especie de alucinaciones.

Ellas me cambiaron las sábanas, me pusieron más suero junto con los medicamentos y me pusieron unos paños tibios en la frente y el estómago.

De ahí, ya no pude dormir. Eran las 4am, y no dejaba de pensar en ese sueño y me estaba dando mucha ansiedad.

Sentía una presión en el pecho y ganas de llorar.

¿Por qué estará regresando este miedo?, ¿algo está pasando? o ¿será que es simplemente por lo mal que me estoy poniendo a causa de la enfermedad?

Sea lo que sea, creí haberlo superado, pero ahora, me siento con un temor terrible, como si regresara a ese momento.

Tomé mi celular para intentar distraerme, y ví que Roier había respondido mi mensaje.

+ " En serio? Cuándo empezaste con la fiebre?"

Y seguido de eso, supongo que fue porque ya no contesté en ese momento, me mandó:

+ "Espero que durante la noche te sientas mucho mejor. Sí pasa algo, por favor, avísame."

Sentí como si fuera un abrazo muy cálido en medio de todo el desastre.

~ "Muchas gracias. La verdad es que estoy en el hospital. Resulta que tengo meningitis, y me dejaron en revisión. Espero poder ir a casa al amanecer."

Preferí sincerarme con él. Me sentía muy vulnerable en ese momento, pero la verdad es que sentía la confianza de serlo con él, aunque claro, aún no lo haría con todo.