BlitzFizz week 2024

Dolor/Te fuiste: I wish I hated you

En un bar de Lujuria y en el presente.

Fizzarolli bebía de un jarrón de cerveza y veía de reojo la televisión desde la barra del bar. A su lado, Blitz miraba con bastante atención y desagrado lo que se proyectaba en la tele. Desde el canal exclusivo de Mammon, el rey de la Avaricia, sus nuevas estrellas principales estaban siendo las protagonistas del show.

Desde que Fizzarolli rompió sus lazos con el tipo de la Codicia, él no perdió el tiempo y consiguió a dos grandes artistas como reemplazo. Las hermanas Glam eran dos mujeres hermosas, sensuales y talentosas a la hora de demostrar el arte del payaso. Y todos los carteles de Fizzarolli, que tanto decoraron cada rincón de los anillos del infierno, eran reemplazados por gigantrogafías de aquellas mujeres que ahora se vendían como la mercancía y la carne fresca que ofrecía Mammon como nuevos productos.

Blitz bebió de su jarrón de cerveza, luego admiró con un poco de trabajo que esas dos perras eran buenas. Su sincronización era excelente, sus cuerpos eran básicamente iguales y eran muy talentosas a la hora de intercambiar sus anatomías en los actos de circo que Mammon preparaba para ellas.

Fizzarolli codeó a Blitz, señaló la televisión y le sonrió con algo de crueldad.

—¿Pudimos ser nosotros? Ya sabes, si tú ensayabas y te lo tomabas en serio —le dijo al reconocer que el acto de las perras era bueno.

En realidad, Blitz nunca fue talentoso en el circo. Pero un gran factor que había influido en aquello era su odio hacia el circo por culpa de su padre. Tal vez si su relación con el circo hubiera sido diferente, Blitz se hubiera convertido en un hombre talentoso. Porque ya poseía el carisma y la gracia después de todo. Y si ambos se hubieran esforzado en la misma frecuencia, probablemente hubieran alcanzado el mismo nivel de sincronización en sus actos como las hermanas pescado.

—Claro —aceptó Blitz con cierto sarcasmo, porque él sabía que nunca hubiera llegado al mismo nivel de Fizz ni en un millón de años—. Antes de que todo se pudra y se prenda fuego, nosotros teníamos un poco de esa sincronización en nuestro acto.

Fizzarolli no hablaba mucho de su pasado. Pero al escuchar la respuesta de Blitz, se sintió un poco afectado por ese pasado, esa niñez que compartió a su lado y que era tan lejana.

—Se siente como un sueño —le comentó a Blitz, mientras miraba el jarrón transparente de cerveza por la mitad entre sus dedos. Su mirada se volvió algo triste. Porque aunque intentaba recordar con fuerza, la mayoría de esas memorias estaban desapareciendo por la cantidad de tiempo que había pasado.

—Y es como si todos los años que pasamos separados hubieran transformado las memorias —entrecerró sus ojos con una sonrisa triste—. Intento recordar, pero todo es muy borroso...

—Es mejor así —le dijo Blitz a su lado. Aunque como él jamás dejó de pensar en aquellas emociones que sintió alguna vez, probablemente tenía sus memorias más frescas—. No es tan doloroso si no lo recordamos con detalle.

—Pero... ¿De verdad nos amamos mucho, ah? —Fizz volteó hacia Blitz, porque ese era el único hecho del cual estaba totalmente seguro—. Eso es nostálgico... Éramos solo unos adolescentes.

Ambos se miraron algo afectados por esa clase de rumbo en la conversación. Porque cada beso, cada sentimiento, cada abrazo, cada vez que hicieron el amor y cada vez que rieron juntos. Todo eso fue real en su momento. La separación y ese dolor, también lo fue.

Sin embargo, ambos sintieron un poco de alivio casi al mismo tiempo. Porque al menos una de las promesas no se rompió. La de estar juntos, reencontrarse y recordarse, tarde o temprano.

—Si. Nos amamos mucho —Blitz le sonrió de lado, porque después de todo, era un buen recuerdo, algo que atesoraría de su pasado a pesar de que en el presente ambos estaban con dos pajarón reales y sus emociones habían cambiado—. Tal vez más de lo que recordamos. Era la ilusión de la primera vez.

Fizzarolli sonrió con nostalgia. Blitz seguía allí, estaba con él. Y aunque todo había cambiado, seguía ahí. Ambos estaban juntos después de tanta tragedia, y eso era lo más valioso de todo. Acercó su jarra de cerveza para chocarla contra la de Blitz, quien la alzó de la misma manera con su misma clase de sonrisa.

—Por los viejos tiempos.

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"Esperando que la vida no te traiga dolor nuevo
Reorganizo mis recuerdos
Intento reescribir nuestra vida
Pero no importa cuánto lo intente
Y no importa lo fácil que podrían ser las cosas si lo hiciera
Y no importa lo culpable que me sienta
Desearía odiarte, pero no puedo.

Solo dos finales diferentes, aprendes a repararlo
Y aprendo a mantenerme en un solo lugar. Tan cerca y tan lejos

Si tan sólo lo hubiéramos sabido desde el principio, cómo terminaría
Pero no importa cuánto lo intente
Desearía odiarte, pero no puedo."