Una abuela triste y resignada, con la voz apagada y lágrimas en los ojos, llama a su hija desde Francia hasta América para darle una triste noticia:
- ¡Diga!..... -
- Hola hija, soy yo Mery.....
Tu padre está muy enfermo.
Necesita verlos a todos....
No le queda mucho tiempo. -Tras esta revelación y sin tiempo que perder, la señora Rose Montgomery llamó al trabajo de su esposo, y luego espero a que su hijo llegase de la Universidad:
- Hijo necesitamos hablar de algo importante -
- Ahora no mamá, tengo mucha tarea pendiente. Hablamos luego si? -
contestó el joven chico de ojos verdes y pelo castaño, piel pálida y expresión agotada por exceso de trabajo y estudio.
- Esta clase fue tan aburrida como de costumbre, incluso tuve una pequeña discusión con el profesor -
- Arthur ¿Te peleaste con tu profesor? -
Preguntó Rose preocupada por la inusual actitud de su hijo.
- El dijo que las hormigas eran los insectos más débiles de su especie, y le dije que no era verdad.
Son tan fuertes que pueden cargar 50 veces su propio peso -Contesto el joven con serenidad.
- OK, hijo definitivamente no quiero saver más sobre el tema. Saves que me dan miedo las hormigas.
Pero Arthur.... -- Y no puedo creer que dijera que las avispas solo pican un vez y después mueren. ¡Que tontería! Solo las abejas tienen esa característica, las avispas pueden picar hasta 10 veces, a menos que sean hembras claro.... -
- Arthur..... -
- Definitivamente ese profesor de botánica esta loco jaja.... -
- ¡Arthur tu abuelo está muriendo! -
Grito la triste madre ante el desinterés de su joven hijo, para después explicar con más calma:
- Mamá llamó desde Francia. Me dijo que papá está muy enfermo y que quiere vernos a los 3.
¡Lo siento hijo¡ Se que estas muy ocupado con tus estudios, pero ahora debemos posponerlos de acuerdo?
Tu abuelo nos necesita -Exclamó llorando la pobre Rose.
Mientras que Arthur procesaba todo lo que su madre había dicho, recordó por unos pequeños instantes su yo del pasado; aquel niño que corría por los jardines de la casa de su abuela, y que más tarde "imaginó" como un cuento de adas se hacia realidad ante sus ojos:
Los mínimoys.
Pero especialmente recordó todas las historias, y momentos que vivió con su abuelo el señor Archivald. Un hombre carismático, aventurero, y gentil, amante de la naturaleza, y que siempre enfrentaba los problemas con una sonrisa.- ¡Devemos .....
partir cuanto antes Mamá! -Exclamó Arthur con un inmenso dolor en el pecho y un extraño malestar en el estómago.
Luego de unas horas, La familia Montgomery llegó al pueblo de las Flores, hogar de la infancia de Arthur.
Volver a recorrer las calles del pueblo traía mucha nostalgia al corazón del chico, sin embargo el dolor en el estómago no sesaba. Era como si estuviera nervioso o algo inquietante estuviese a punto de suceder....
Al llegar a su antigua casa, Arthur se apresuro a darle un enorme abrazo a su abuela, fue tan fuerte que ambos podían escuchar los latidos de su corazón.
- Rose, Arthur, Armand....
¡No saben Cuanto los extrañe! -Exclamó la señora Mary con lágrimas en los ojos y una enorme felicidad por reencontrarse con su familia.
- "Arthur" Mi niño hermoso....
¡Mírate! Ya eres todo un hombre, parece que apenas ayer jugabas a las guerras con escarabajos y gobernabas reinos secretos en el jardín -Sonrió Mary con nostalgia y ternura a su vez.
- Si.... jaja -
Contestó tajante el joven Arthur con ironía, queriendo evadir el tema.
Para luego preguntar:- ¿Como esta el abuelo? -
Enseguida Mary llevo a su familia con Archivald, quien yacía postrado en una cama sin esperanza alguna de vivir por mucho más tiempo.
Tanto Rose como Armand se sentaron a lado de Archivald y lo abrazaron, negándose rotundamente a una despedida. Querían que el abuelo viviera por 100 años más.
Los corazones de todos en la habitación, estaban desechos y no había forma de animar a nadie, hasta que fue el turno de Arthur.....- Familia Querida ¿pueden dejarme a solas con mi nieto? -
Pidió el abuelo con una cansada y ronca voz, a la que todos obedecieron, para dejar a Arthur sólo con el.
- Hijo mío.... -
Exclamó Archivald con el poco aliento que quedaba de sus labios.
- Abuelo...!!! -
Arthur no pudo decir más. Tenía un enorme nudo en la garganta y su corazón dolía como si estuviese a punto de morir. El joven sentía que si mencionaba una palabra más ante su moribundo abuelo, el alma se le saldría del cuerpo.
Y todo lo que hizo fue llorar y más llorar......- ¿Que pasa hijo?
Actúas como si fuera el fin del mundo ¡No le tomes importancia a ésto!
Es la ley de la vida, tarde o temprano todos debemos partir, y mi tiempo ha llegado -Dijo Archivald con la mente tranquila y serena para el consuelo de su nieto.
- ¡No quiero que te vallas abuelo!...-
Suplicó Arthur con la voz entre cortada y miles de lágrimas rodando por su mejilla.
- ¡Oh Arthur! Jaja....
Ya no sigas llorando, o provocarás que todo el reino de los Minimoys se inunde por tu culpa jajaja -Bromeó el querido Archivald, quien apesar de su estado y su edad nunca perdió el buen sentido del humor.
A Arthur le pareció gracioso el comentario de su abuelo, aunque no minimizó su dolor, al contrario...- Aun recuerdo cuando me contabas "historias" Sobre los minimoys jaja; criaturas diminutas que habitaban en el jardín, e insectos y..... -
- ¡Dime Arthur¡
Hace mucho tiempo que dejaste de benir al pueblo.
¿Porque te has olvidado de tu reino? -Esta última pregunta sorprendió tanto al chico que por un segundo se olvidó de la situación de su abuelo.
"Já....." Sonrió con ironía.
- ¡Son solo cuentos de adas abuelo!
Deje de tomarles importancia cuando regresé al escuela -- Pero hijo....
¿Como has podido olvidar la aventura de tu vida?¿Que ya no recuerdas lo que pasamos juntos?
Todo lo que atravesamos para derrotar a Maltazar y recuperar el tesoro? -
- ¡Abuelo ya basta! ...
No está bien que gastes tu energía en cosas imaginarias y sin importancia -- Arthur ¿Que ya no recuerdas a tu esposa?. -
Por un momento el tiempo se detuvo....
CONTINUARÁ.....
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Arthur y Selenia 💚 100 Lunas Después
عاطفيةHan pasado 100 lunas desde la última vez que Arthur y Selenia se despidieron jurando volver a encontrarse. Una promesa rota..... Ahora Arthur es un joven de 20 años que aunque sigue amando a la naturaleza y teniendo un corazón muy noble, ha dejado d...